«Sabes lo que vales, ve y consíguelo, no te rindas, sé feliz», afirma la religión de la Yihad de las sonrisas. Todo eso y más nos viene en un paquete que hemos recibido en el correo cinematográfico americano. ¿De verdad es buena tanto positivismo? Somos sociales, dependemos de otros, el otro nos puede dar cosas, teniendo amigos puedes situarte, avanzar y por ello, el sistema es útil… para quedar bien, triunfar y producir. Porque el mercado se alimenta de esta positividad, es su herramienta.
Pero el positivismo puede ser esa trampa, el brazo ejecutor del mercado. Se predica el optimismo tan sólo para que produzcas. Así, con una sonrisa, todo el mundo es eficiente en la oferta y demanda. Pero, cuando se apaga Facebook, se cierra Twitter y nos vamos a casa, nos transformamos en lo que somos, gentes normales que no quieren elegir entre optimismo o pesimismo.
LA DICTARDURA DE LA YIHAD DE LAS SONRISAS
Porque el humano es ambas cosas. Y todas esas frases americanas se pudren en la exigencia obligada, en la dictadura de los felices.
Debemos exigir nuestro derecho a lo negativo, negarnos a la yihad de las sonrisas, discutirle el argumento a la religión óptima y optimizada. Sí, exijo mi derecho a ser excomulgado por la yihad de los sonrientes. Mi derecho a decidir que estoy jodido y quitarme la careta de la amabilidad impuesta. Ser libre, renunciar a sacar la tajada del mercado bailándole el agua de la felicidad eficiente. No quiero pintarme como una mona para vender más yo de mi yo, quiero a veces ser inmaduro o tan sólo normal. Normales. Porque todas esas frases me suenan a Barbie, porque tengo ojeras y arrugas, falto al gimnasio de la mente y del codo me descuelga el culo pollo, que decía Lina Morgan. Además, las frases americanas son como la informática, que promete mucho y cumple poco. El programa no siempre funciona. A veces se nos cae el servidor. Pero ellos siguen en la megafiesta de exigir: Ánimo, todo se pasa, un clavo saca otro clavo, don`t let me down, quién la sigue la consigue, lucha por lo que quieres, sé tú mismo… cansinos… cegados.
Publicado en prensa de papel (La Voz del Tajo- Talavera de la Reina) el 8 de marzo de 2016)
ARTÍCULOS RELACIONADOS:
La felicidad extrema (tema: vivir mucho, a toda costa, buscar experiencias con desesperación es el lado oscuro del optimismo)
0 comentarios