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En el anterior artículo de este web hablamos de primer secreto que hacen eficaz una novela policíaca: la emoción. Lo podrás encontrar en esta web y, de todos modos, te dejo el link al final de este post.
Abordaremos ahora el segundo secreto que hacen de la novela policíaca una novela de éxito. O al menos una buena novela.
SEGUNDO SECRETO: LA RESOLUCIÓN “TÉCNICA” DEL CRIMEN el secreto de la novela policiaca 2
SOLUCIONES ROCAMBOLESCAS.
Habíamos dicho que las cuestiones “técnicas”, junto con las emocionales, suelen constituir el doble interés de toda novela policiaca.
Pues bien, respecto a las cuestiones “técnicas” (es decir, construir un enigma sobre quién puede ser el asesino y cuál será la pista definitiva que delate al criminal) diremos que, por regla general, estas soluciones son rocambolescas e inverosímiles. En la mayoría de los casos existe un interés excesivo por parte del escritor en “retorcer” el argumento con el fin de dar una explicación inesperada y novedosa. Pero casi nunca lo logra. Y es que estas explicaciones son tan increíbles que redundan en perjuicio de la trama y de la propia novela.
Las novelas que dan soluciones sacadas de madre son malas novelas. No son eficaces para lograr que la trama interese y satisfaga.
EL INTERÉS NO ESTÁ EN LA RESOLUCION COMPLEJA NI EN LA MOTIVACIÓN COMPLICADA. el secreto de la novela policiaca 2
Si atendemos al caso Wanninkhof, es una simple colilla la que delata al criminal. No ha hecho falta complicar más la historia. Un caso real donde una simple colilla es el objeto que se descubre y una motivación, la más evidente, la sexual. Una motivación sencilla, una resolución “técnica” sencilla. Ni cuñados lejanos que secuestran niños y se los llevan en otro país obsesionados con las nueces, ni trillizos que se odian ni psicólogos que ejercen de coach a locos para analizar su comportamiento… (spoilers de varias novelas que he leído)
La misma motivación se da en el triple crimen de Alcàsser. La misma en el caso de Diana Quer. Crímenes sexuales. Simples y llanos. Sin más.
EL SECRETO ESTÁ EN LA EVOLUCIÓN DE LA TRAMA.
¿En qué reside, por tanto, el interés, si no hay que complicar la trama, por ser contraproducente? Podríamos decir que todos estos casos interesaron, no por la forma de resolverse sino por la evolución de la historia y los giros que dió. Y por los personajes, víctimas y verdugos, por supuesto.
En el caso Wanninkhof, la sospechosa fue una cuidadora lesbiana de carácter introvertido y desagradable. El interés estuvo en el error judicial y, finalmente, en un segundo intento de agresión sexual que se frustró, sin el cual no hubiera sido posible resolver con acierto el crimen de Rocío Wanninkhof.
En el caso Diana Quer, el tiempo que permaneció desaparecida.
En el caso de las niñas de Alcàsser, que fueran tres las desaparecidas, el tiempo que tardaron en encontrarlas y la curiosa identidad de los dos agresores, de vidas atractivas: los hermanos, la madre de Anglés, Miguel Ricart…
Las tramas parecen sencillas, (no llegan a multiplicar gemelos ni a jugar con dobles identidades) pero son lo suficientemente jugosas y complicadas como para interesar como historias novelescas. el secreto de la novela policiaca 2
Conclusión: hay que ser original, pero no demasiado.
ANABEL SEGURA
Lo mismo puede decirse de Anabel Segura donde unos delincuentes de pacotilla con ambición de dinero intentan secuestrar a una muchacha para pedir rescate y la matan sin querer. Motivación: el dinero. Muerte: por error.
¿El interés donde estuvo? Estuvo en los giros que dio la historia hasta que el hermano de uno de ellos le delató. Y toda la repercusión mediática que se produjo.
LA REPERCUSIÓN MEDIÁTICA el secreto de la novela policiaca 2
La repercusión mediática es más interesante que saber cómo se produce el crimen y cómo se descubre, donde el novelista puede fallar. Aprovecha este efecto y centra en los periodistas, de algún modo, una parte fundamental de tu trama. Esto te dará mucho juego.
PERSONAJES NORMALES
El interés estriba en presentar el crimen como una historia con muchos giros y en el ir y venir del criminal, de la prensa, de los familiares, de los sospechosos, y no en dar una respuesta rocambolesca sorprendiendo al lector con pistas demenciales. Consiste en seguir a unos personajes con vidas reales y aspecto normal, pero curioso. Curioso y anecdótico dentro de la normalidad.
Es corriente en novelas fallidas toparnos con detectives demasiado prototípicos, estereotipados e irreales, que no logran identificarse con nosotros. O familiares tan enrevesados, de evoluciones tan inusuales que, de entrada, nos suenan poco creíbles.
LA NOVELA POLICIACA COMO UNA NOVELA SIN GÉNERO.
“Si quieres vender, analiza el mercado y haz justo lo contrario”. No sé quién lo dijo, pero puede aplicarse a la redacción de novelas policiacas. Si quieres agradar a los lectores de novelas policiacas con tu novela policiaca, consigue que no se parezca, en nada, a una novela policiaca. Pero que lo sea.
El lector del género se conoce todos los trucos, todos los giros, todos los arquetipos, todas las trampas que vas a desplegar ante sus ojos para que caiga. Si de verdad quieres sorprenderle, no se lo ofrezcas. Intenta que tu novela parezca una novela “sin género”. Una novela normal. Para ello, céntrate en los personajes.
EL CRIMINAL, DESDE EL PRINCIPIO. el secreto de la novela policiaca 2
Siempre es preferible que el lector sepa desde un primer momento quién es el criminal y contar su trayectoria a lo largo de los capítulos que empeñarse en mantener al lector en la intriga e intentar sorprenderlo con una respuesta inadecuada.
EL PROBLEMA DEL ENIGMA DE LARGA DURACIÓN.
Piensa que mantener un enigma durante demasiado tiempo exige una resolución cada vez más brillante. A mayor duración de un enigma, más exigente se vuelve el lector porque ha empleado más tiempo en la lectura y reclama que la solución compense el esfuerzo deduciendo y el tiempo empleado. Por tanto, la resolución debe ser el doble de ingeniosa. Cosa imposible en policíaca, que pocas novelas logran.
EJEMPLO DE NOVELA POLICIACA “SIN GENERO”
Si nos fijamos en novelas del género negro como “El cartero siempre llama dos veces”, lo primero que observamos es que no parece una novela policíaca. El criminal no es, en principio, un criminal. Vemos cómo él hombre y su amante, Cora, van transitando poco a poco hacia el lado oscuro. Es una estrategia menos arriesgada.
PERSONAJES ANTES QUE ENIGMA.
La empatía o el aborrecimiento hacia los personajes, víctimas o verdugos respectivamente, es más importante que saber quién ha sido el criminal y como se ha descubierto el crimen.
Mi consejo, por tanto, es desistir de ese empeño, salvo que se te ocurra una trama muy interesante por sí misma. Siempre y cuando, claro está, esa ocurrencia contenga los dos ingredientes fundamentales y necesarios para construir una narración atractiva: empatizar con la víctima para aborrecer al agresor antagonista y resolver el conflicto de una forma sencilla y coherente, dando una respuesta verosímil.
Pocas novelas lo consiguen. La mayoría de las que se escriben hoy día cometen el error de retorcer la trama hasta convertirla en un despropósito sin pies ni cabeza. Evita este error.
Y céntrate en el recorrido de los personajes a lo largo de la narración. Los personajes sostienen la historia. Esto es algo que no debe olvidar nunca el novelista y en esto debe apoyarse toda novela. También la policíaca.
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