Una vez más, una película basada en un cómic. En este caso, son los franceses los que tiran de su historia gráfica para llevar a la pantalla un clásico de allí. #Valerian y Laureline. Y el resultado es una tontuna muy vistosa pero aburrida. Lo cuento haciendo spoiler (destrozando el argumento) porque si no, no hay manera. Pero vamos, tampoco importa mucho que les revele cosas, la película no es nada del otro mundo.
EL CONFLICTO
Uno de los elementos narrativos fundamentales de cualquier película, cuento o novela es el conflicto. ¿Qué está pasando? ¿Quién quiere conseguir “algo” y no lo logra? Definir cuanto antes estos dos aspectos es fundamental. Lo primero es el problema. Y el problema siempre es el mismo: El héroe pretende o huye. Y cuanto antes debemos saber también qué pretende, quién se opone, cuáles son los obstáculos y motivos de malos y buenos. Es algo muy elemental
¿QUIÉN ES EL HÉROE? ¿QUÉ PRETENDEN LAURELINE Y #VALERIAN Y LA CIUDAD DE LOS MIL PLANETAS?
En #Valerian y la ciudad de los mil planetas tenemos una escena previa. Unos watusis azules viven felices pescando perlas y conviviendo con armadillos que cagan perlas. En el cielo azul digital aparecen naves, surgen explosiones y el planeta se va a la mierda. Si a partir de aquí nos hubieran contado en qué consiste el problema, qué se pretende, tal vez nos hubiera entretenido la peliculita, pero prefieren dedicarse al enigma.
EL ENIGMA EN LA NARRATIVA
La función del enigma en narrativa es intrigar con algo que nos permita hacernos preguntas. Pero para hacernos preguntas necesitamos algo de información previa, preferiblemente saber de qué va.
En muchas pelis y novelas policíacas se juega a mostrar enigmas sin saber de qué va. Y como todo es enigma, los personajes deambulan sin sentido. Aparecen cosas y no sabemos qué es. Si esto dura mucho, la cosa harta, se pierde el interés.
Ya digo que es una costumbre de cierta novela policíaca. Por eso no me gustan esas novelas de autores que van de enigmáticos.
COSAS QUE PASAN SIN SENTIDO EN #VALERIAN Y LA CIUDAD DE LOS MIL PLANETAS
En #Valerian y la ciudad de los mil planetas aparece una caja con algo dentro, dos watusis, vestidos como Obi Wan Kenobi llevan una de las perlas a un gordo Jabba el Hutt. Un corre que te pillo en un mercado virtual. El asalto a una fortaleza por parte de unos rebeldes y los espías, que no se sabe a qué vienen. Luego se sabe que quieren la caja, pero ¿para qué? ¿Qué contiene? ¿Qué valor o virtud tiene la perla, la caja?
En esta primera parte, solo hay tiros, el Jabba el Hutt o sapo gordo negocia, quiere cambiar caja por perla…
Sí, sabemos que los watusis cultivaban perlas y sabemos que había armadillos pero no sabemos la función de nada.
UN MAL ENIGMA
El enigma dura mucho. Por eso no funciona. Para que se intrigue le debes dar algo de información.
Y además, la idiotez de dos adolescentes en plena crisis hormonal despista. O sea, la película se parece más a una de esas alemanas de televisión por cable que a otra cosa.
EL CONFLICTO, POR FIN.
Y por fin, el conflicto. Se nos explican cosas. Pero empieza a partir de que aparece Etam Hawk vestido de vaquero y Rihanna bailando.
A partir de más o menos de aquí, nos enteramos de que los watusis escaparon en la nave y han perfeccionado su técnica y quieren crear un planeta con las perlas. Que el malo de Clive Owen (que era malo pero no sabíamos qué pretendía) pretende ocultar su genocidio. Por fin sabemos cuál es el poder de las dichosas perlas y del armadillo. Todo queda claro, pero desde la mitad hacia el final. Si todo esto se hubiera contado antes, después de la destrucción del planeta, hubiera dado tiempo a giros entretenidos.
Que, por cierto, Rihanna mueve muy bien el cucu, pero como actriz, no deja de ser una chica tirando a gordita de cara y belleza ordinaria. Algo así como Lady Gaga sin maquillaje o Marilyn Manson también sin maquillaje, que parece más un guiri de los que hacen balconing en Ibiza.
Pero vamos a lo que vamos. Sigo.
CÓMO CONTAR BIEN UNA HISTORIA
Los giros deben establecerse después de crear el conflicto. Y el conflicto debe aparecer pronto. Si se da a la mitad, nos pilla cansados de ver saltos. A partir de la mitad entendemos, pero nos hemos aburrido hasta entonces sólo viendo parafernalia digital sin historia.
Si se ofrece pronto, puedes ir cambiando motivaciones, variando objetivos, evolucionando al personaje, las expectativas y los acontecimientos. Se llaman giros narrativos. Incluso puede uno atreverse a un giro de tuerca, es decir, inesperado, convenientemente motivado, que cambie toda la situación. Si tardas en ofrecer el conflicto, tienes menos tiempo para el desarrollo y la evolución de ese conflicto y de los personajes (se llama arco del personaje, por cierto, y es una técnica creada por Linda Seger).
¿CONOCE LUC BESSON LAS TÉCNICAS NARRATIVAS?
Y lo más gracioso es que Luc Besson conoce las técnicas narrativas americanas en las que se basa el 90% de las películas. Porque aquella gelatina azul que interpreta Rihanna nombra el “arco del personaje” dichoso. Es decir, es consciente de ellas. Pero como vemos, conociéndolas, se pueden aplicar mal. Como en este caso.
LA SUBTRAMA AMOROSA.
La chica esta, Cara Delevigne, no hace más que poner caritas porque se cree guapa. El chaval, Dane DeHaan, hace lo propio. Y resulta patético ver cómo el niñato babea con la adolescente. Me sobra y me aburre.
LA FUNCIÓN DE LOS ESPÍAS.
Y es que #Valerian y Laureline son los héroes encargados de ayudar a los watusis, que son los buenos, y detener al comandante malo. Como decimos, esto se sabe hacia la mitad. Entre tanto nos aburren.
PERSONAJES ARQUETIPOS EN VALERIAN Y LA CIUDAD DE LOS MIL PLANETAS.
La función de los espías adolescentes es simplemente ayudar. Es decir, que el arquetipo al que pertenecen es EL AYUDANTE. Porque los verdaderos PROTAGONISTAS son los watusis. Por tanto, aunque creemos estar ante supuestos héroes, #Valerian y Laureline no lo son. Este es un error menor que podría haberse perdonado si nos hubieran contado al principio la historia. Porque si un héroe sin motivos molesta, mucho más molesta un personaje secundario sin motivos al que creemos protagonista pero que luego no es protagonista, sino ayudante. Porque los ayudantes no llevan la carga de la trama principal, aunque ayuden a ella. Quien lleva la trama es el héroe y el antihéroe, watusis azules y comandante malo. Y todo lo presenciado, hasta que se explica, decepciona.
LAS SUBTRAMAS, DEFECTOS
Las subtramas en #VALERIAN Y LA CIUDAD DE LOS MIL PLANETAS son, simplemente, distintos escenarios donde tienen que batallar los “héroes ayudantes” en su misión. Ya sea el dichoso mercadillo, un viaje submarino con un Quijote loco en busca de una medusa o metiéndose en la guarida de unos orcos de latex. Todo ello está resuelto con cierto ingenio pero no dejan de ser minicuentos cuyo argumento siempre es lo mismo: acción, saltos, brincos, alguien a punto de morir, alguien a punto de conseguir un objeto, obstáculos físicos, llega el compañero, ayuda y tras una batalla muy dinámica se salva o consigue. Y el mecanismo de peligro físico y salir corriendo, no lograrlo y lograrlo en extremis se repite en todos los escenarios, sea el que sea.
EL PROBLEMA DE LAS SUBTRAMAS DE ACCIÓN.
Las subtramas de acción, por regla general, sólo decoran, no aportan nada a la trama principal salvo el avance en el desarrollo, pero no la cambian ni influyen.
Cualquier aventura se puede multiplicar ad infinitum con este tipo de subtramas. Porque yo me puedo inventar que primero necesito una medusa, luego salvar a mi compañera de unos orcos de gelatina, luego necesito conseguir una caja con algo dentro de no sabemos qué, y puedo seguir sin parar con un trébol de cuatro hojas, un lápiz de colores, salchichas o un gusarapo verde, así hasta que me canse o canse al espectador.
LAS SUBTRAMAS EFICACES
Las subtramas eficaces son las que influyen o hacen cambiar la esencia del relato principal, afectan a algo más sustancial, no se limitan a acumular objetos, ir de un sitio a otro, siendo tan prescindibles como necesarias. Y en #Valerian y la ciudad de los mil planetas no se da.
LAS VIRTUD DE LAS SUBTRAMAS EN #VALERIAN Y LA CIUDAD DE LOS MIL PLANETAS.
Aunque alguna virtud tienen las subtramas en #Valerian y la ciudad de los mil planetas. Tienen una imaginación y una ingeniería digital vistosa, estrambótica y llamativa. Hay que reconocer que aunque sólo son de acción, monigotes, escenarios, planteamiento de monstruos o medusas son buenas ideas. Aunque tal vez sea virtud del comic original, no de Besson.
CONCLUSIÓN.
Una película fallida pero que sabemos dónde falla y de la que podemos, por tanto, aprender como narradores. Lo interesante es precisamente saber por qué nos hemos aburrido. Piénsenlo un poco, los que la hayan visto ¿cuándo empieza a tener interés la peli? Cuando nos develan de que va la historia. Y tarda. Hasta entonces, no hay conflicto y por tanto, no hay nada, no hay película.
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