Continuamos analizando Rapa serie de Tv segunda parte del artículo ya publicado y cuyo link pueden en ver aquí. Ahora vamos con el personaje de la sargento Maite. Maite es un personaje de contraste en Rapa.
LA SARGENTO
Se inspira este segundo detective, “el profesional”, en el dúo que constituyen los personajes de Buddy Movie de las series americanas. Derivan todas de un modelo establecido por si Arthur Conan Doyle con Sherlock Holmes y el doctor Watson.
En este caso, “el profesional” es quien dirige la investigación, y Tomás un allegado. En Rapa serie de TV(segunda parte) Es lo que en apariencia se nos alcanza. Pero si rascamos un poco, la cosa es al revés. La sargento es “la ayudante” del verdadero investigador. Averigua mucho menos que Tomás. Sin Tomás, no avanzaría la trama.
Existe una versión de este dúo qué tan efectivo es en las narraciones desde el punto de vista cómico. Se trata de los conocidos payaso blanco y rojo procedentes del circo pero que ya estuvieron antes en dúos de contraste, Don Quijote y Sancho Panza y similares.
LA LECTURA SILENCIOSA DEL ESPECTADOR.
De manera inconsciente, o tal vez consciente, depende del espectador, quien haya visto la serie se da cuenta de que la sargento admira, de algún modo, la perspicacia del profesor. La sargento evoluciona desde un desprecio y una desconfianza, a una admiración rayana en el amor. Un amor que ya analizaremos, lleno de matices, pero amor al fin y al cabo. Es lo que detectamos, ya digo, en la sargento.
Comprende que está ante un genio de la deducción, un ser capaz de meterse hasta el tuétano y acertar, y no por casualidad, con los puntos claves del crimen a resolver. Tiene instinto.
Es algo muy sutil que se da de fondo, que no se dice, pero se muestra. Que los guionistas tienen la habilidad de poner en acción, sin decirlo.
Un personaje, de nuevo, bien construido, así como Tomás y tantos otros, en un alarde de buen guion como es la miniserie Rapa, de Movistar.
EVOLUCIÓN DE MAITE, LA SARGENTO.
En una evolución lógica, Maite va cayendo las redes de Tomás, y no solo en el sentido estrictamente profesional.
Surge el amor paulatinamente.
PRIMERA SUBTRAMA
EL AMOR MADURO DE MAITE Y TOMÁS EN RAPA SERIE DE TV (SEGUNDA PARTE).
Es un amor maduro. Un amor que los guionistas tienen mucho cuidado en no relacionar con la compasión.
Por un lado, Tomás asume su enfermedad. Tiene ELA. El ELA augura pocos años de vida, pero apenas hace referencia a él. Es una actitud, las de Tomás, que nos habla de la dureza del personaje. Maduro. Duro. El alma de Tomás se ha endurecido y no reclama en ningún momento compasión.
Por otro lado, la sargento tampoco se duele de la enfermedad de Tomás ni hace referencia a ella tampoco. No lo sufre ni se lamenta. Es una mujer madura que ha aprendido a aceptar las adversidades de la vida, por duras que sean.
En este ambiente de madurez y resiliencia, los dos investigadores se comportan con normalidad y cierto aire de positividad. Con estos mimbres, que prefiguran el perfil de los personajes, variado, contrastado, surge un amor también maduro. Un amor, racional. Un amor donde el papel de Maite se establece en igualdad con el de Tomás.
UN AMOR A LOS 50.
Es a los 50 cuando la vida entra en su último tercio. Cuando ya nada queda por conquistar, sino disfrutar de lo conquistado. El sexo se convierte en un botín prescindible, aunque sigue siendo interesante. Maite se lo plantea a Tomás muy de pasada. Tomás lo rechaza, porque tiene otras prioridades. Si el amor entre ambos hubiera surgido en época de adolescencia, hubieran mandado a tomar por saco la investigación y su vida entera quizás. A los 50, uno lo deja pasar, porque el atractivo ha desaparecido y la relación tampoco invita al asunto.
De hecho, aunque hay una atracción, se trata de un atractivo no físico. El deseo de compartir el alma, más que el cuerpo. El carácter tan igual de uno y otro, más que las pasiones, establecen esta afinidad de caracteres. Eso es lo que les atrae.
MOSTRANDO UNA ESCENA DEDUCIMOS EL TIPO DE AMOR EL RAPA SERIE TV (segunda parte).
Llegado el momento, podemos entender que, cuando la sargento se queda a dormir en casa de Tomás en el Ferrol, ella duerma en el sofá mientras él se repantinga en un enorme colchón de matrimonio, él solo. Esta es la escena que MUESTRA el perfil de los personajes.
Por ella vemos” todo lo dicho anteriormente. Nos deja pensando a qué es debida esta actitud, sin aclararnos nada, para que nosotros deduzcamos todo lo demás.
Por un lado, insiste en el carácter insociable, falto de toda educación, de Tomás que no cede su cama a su invitada, pese a estar enamorado de ella.
Una vez más la película muestra y el lector tiene que deducir. Estas acciones, estas particularidades tan especiales en los dos protagonistas de Rapa, dibuja sutilmente los perfiles tan particulares de cada uno de ellos.
La sargento se resigna, comprende y asume este rasgo intratable de su compañero. Podemos imaginar que se lo perdona debido a su enfermedad.
Además, MOSTRANDO la escena de la cama, el espectador DEDUCE que es un amor de dos personas maduras de 50 años, con todos sus matices.
LA AVENTURA DE ACCIÓN, LA AVENTURA DE LOS PERSONAJES.
Son dos las historias que se cuentan en una buena narración.
La primera es la aventura superficial, el crimen de la alcaldesa y las pesquisas que se van desvelando a medida que avanza la película. (La condición de la fisioterapeuta y su relación con el acusado de la violación, las intrigas de la alcaldesa, la condición auténtico violador de Samuel, todo eso)
Pero no descuida el guionista el arco de los personajes, sus defectos, sus virtudes, la inteligencia especial de Tomás, su intuición, su mala leche, su condición de acosador de la sargento, el arco de la sargento, su profesionalidad, su madurez, su integridad…
Lo uno afecta al otro y lo otro afecta a la uno.
Ambas cosas se dan a la vez, en las diversas escenas que aparecen.
LA INTEGRIDAD DE LA SARGENTO.
Nos queda señalar un detalle más sobre el perfil del personaje de la sargento. Es una persona íntegra. Intenta afrontar el crimen de un modo profesional.
El trabajo de Mónica López interpretando a la sargento Maite, aporta mucho a su perfil. Su forma de reaccionar, de desenvolverse, su empaque como actriz le da al personaje lo que los guionistas pretenden. Su integridad como persona está fuera de toda duda y se va a demostrar en la subtrama de Paquita.
SUBTRAMA DE PAQUITA.
Maite sufre al matar a Paquita, la drogadicta, iniciando un descenso a los infiernos, a causa de los tormentos morales, de los que finalmente sale y se recompone. Pero vemos, en esta subtrama, su evolución.
Sirve para que la sargento sufra ese dolor por haber fracasado profesionalmente, por haberse visto obligada a disparar y poner en duda su profesionalidad. Con ello se nos muestra en tiempo presente la integridad de la sargento. La escena de la muerte está ahí para cumplir una función. Se pone al servicio y desarrolla el perfil de Maite.
Todos excusan a la sargento, salvo ella misma, que está llena de dudas y que muestra así la condición que decíamos de excesiva responsabilidad y determinación moral. El personaje sufre y evoluciona. Es lo más importante de una narración, el arco de los personajes, que sufran, que evolucionen.
LA SUBTRAMA DE PAQUITA AFECTA A LA AVENTURA DE ACCIÓN.
Aparte de animar la serie y colocar un punto de giro de mayor acción en Rapa, el personaje de Paquita, muy bien dibujado por la actriz Paula Morado, aporta este “plus”. La película se anima con el personaje de Paquita, con su intento de robo y con su muerte.
SUBTRAMA DE LA MINA.
La otra subtrama, la de la mina, que en principio parece pertenecer al eje principal de la historia, describe al personaje de la alcaldesa asesinada, cuyo perfil también se traza, aunque no aparezca en pantalla.
También sirve para establecer el perfil de los dos políticos que se hayan en el juego de corrupción, la hija de la alcaldesa Dubra Varela Seoane (Dubra Fernández) y su rival político, Eliseo (Toni Salgado).
El tema de la mina, que recuerda sospechosamente a la existente en Cáceres, sirve para trazar una estampa de corrupción en las altas esferas de los partidos, aparte de despistarnos y fabricar falsas sospechas acerca del asesinato.
EL/LOS VILLANOS EN RAPA SERIE DE TV (SEGUNDA PARTE).
Y vamos con el último personaje que aparece en Rapa serie de TV (segunda parte) en disputa, la fisioterapeuta, Norma (Lucia Veiga). Vamos descubriendo su condición de mujer fuerte y dura. Desde el principio de la serie, ya se nos ofrece como asesina. Sus movimientos, su papel destacado, nos hace sospechar que puede ser ella. Pero también pueden jugar al despiste. La duda anima la serie de Rapa.
A medida que avanza, se nos ofrece un perfil que va adquiriendo consistencia y razones para serlo, a lo largo de los seis capítulos. Parece fría, insensible, esconde una motivación que nos atrae, que nos intriga conocer.
En cómodos plazos, los guionistas nos van ofreciendo respuestas. A la par que vamos entendiéndola como personaje con un perfil lleno de contrastes. La muerte de su hermano les destrozó la vida. Fue acusado falsamente de violación. La culpable es la alcaldesa. Y el espectador, a medida que conoce la historia, se pregunta si en realidad merece una condena. La pregunta se nos va a resolver a tiempo real.
SUBTRAMA DEL MALTRATADOR
La subtrama del maltratador nos habla de un problema muy actual, la violencia de género. Todos somos sensibles a esta cuestión. Por eso, quien mata a un maltratador, no la vemos como asesina. La vemos como una vengadora de las mujeres maltratadas. Nos hace tenerla en cierta consideración. Porque, ¿hasta qué punto es condenable una persona que mata a un maltratador?
Por un lado, nos mola que Tomás y Maite descubran el pastel. Pero no nos mola que la asesina sea condenada.
TE DOY MIS OJOS.
Al igual que la escena de Maite durmiendo en el sofá y Tomás en la cama grande tiene un significado y una función para definir a los personajes, el descubrimiento de la particularidad geológica que cerraría la mina y que los políticos pretenden ocultar tiene una función: Define al personaje del maltratador como un ser débil.
Se crea esta subtrama para subrayar su papel.
Hay un mensaje idéntico al que Icíar Bollaín nos muestra en su película “Te doy mis ojos”. Allí, Luis Tosar interpreta a un hombre violento que, sin embargo, es un mindundi en ciertas situaciones. El maltratador de Rapa, de igual modo, se muestra cobarde ante el alcalde cuando le echa la bronca por no haber cumplido su misión de convencer al geólogo para que falsifique los informes.
Destacar que el maltratador es una persona débil en otros contextos que ofrece la serie Rapa es un mensaje que aparece en ambas películas y que aporta un matiz psicológico interesante al problema.
LAS VÍCTIMAS SON LOS MALOS.
En Rapa serie de Tv (segunda parte), las víctimas son los malos. La asesina ha aplicado justicia. Al maltratador, por serlo. A la alcaldesa, por ocultar al verdadero violador de una mujer. Una mujer violada. Una mujer maltratada. Dos víctimas de las víctimas. Un suceso que ocurrió hace tiempo, la violación. Un suceso que ocurre en tiempo real narrativo, la mujer maltratada. Hay un paralelismo en la estructura.
Matar a la alcaldesa está en parte justificado. El delito de la alcaldesa ocurrió 30 años atrás. De igual modo, el maltratador comete su delito en la actualidad. El asesinato del maltratador y de la alcaldesa son asesinatos justos. Merecían la muerte.
Una es culpable, por encubridora, y además de “por política”, que mola mucho al personal. Culpable de un delito en el pasado, culpable de un delito en el presente: alcaldesa y maltratador.
Vemos por tanto a la asesina como una justiciera.
Un paralelismo absoluto.
SATISFACIENDO A TODOS.
Ciertos espectadores que han visto la serie Rapa, me preguntaban si había concluido ya, o faltaba algún capítulo, puesto que la asesina había salido libre. No es condenada y puede continuar con su vida, como si tal cosa. Yo me empeñaba en destacar este aspecto de “justiciera” del género femenino, maltratador o violador. Una justiciera, buena desde el punto de vista ético, no puede ser condenada. Ciertos espectadores se sentirían ofendidos.
La serie acaba en el episodio seis, de una manera especial, sin cerrar por completo los hilos de la historia.
HILOS SIN CERRAR. EL TESTIGO DEL CINE.
Sin embargo, en Rapa Serie de TV (segunda parte) la bondad de la asesina no es completa. Al fin y al cabo, ha asesinado y odia. Por tanto, los guionistas dejan abierta una posible solución que el espectador pueda imaginar.
La solución que queda abierta es un hilo por cerrar: el muchacho que vio a la asesina entrar y salir del cine, cuyo testimonio podría dar un vuelco al resultado final y lograr que la fisioterapeuta fuera condenada, se acobarda. Huye y no declara. En los videos aparece, pero nadie se da cuenta. Pero se deja abierta esta posibilidad. ¿Continuará la historia o quedará todo ahí?
La serie Rapa serie de TV (segunda parte) puede continuar con una nueva temporada.
Pero, por si no, hay un final moral donde la fisioterapeuta queda libre. Hay otro final narrativo posible si el muchacho declara. Una doble moral en el personaje de la fisioterapeuta. En parte es buena. En parte mala. La respuesta está en manos del espectador. Los detectives han concluido su misión.
MOSTRAR, NO DECIR.
El espectador se ha dado cuenta de la personalidad de Tomás, amargada… porque tiene ELA.
Se ha dado cuenta de que es un pesado, un acosador… porque está convencido de sus teorías. Lo excusa que es sumamente inteligente…
El espectador se ha dado cuenta de todo esto, no porque se lo haya dicho nadie, sino… porque se lo ha mostrado el ELA. Está convencido de sus teorías y por ello vemos que es un acosador, un pesado de carácter difícil. No porque en los diálogos lo haya dicho nadie: “eres un pesado”, “tienes un carácter difícil”. No, así no se muestran las cosas, sino cuando le vemos dando clase, insultando o pasando de sus alumnos.
El espectador “deduce” de lo que se le ha mostrado.
PRIMERO MOSTRAR, LUEGO DECIR.
Si además se ha dicho que es un pesado o que tiene mala hostia, es una reacción de los personajes. Los guionistas no se valen de lo que “dicen los personajes” para enseñárnoslo. Nos lo muestran. Si además de mostrarlo, lo dicen, lo refuerzan. Pero principalmente lo muestran. Con sus clases, impartiendo lección, marchándose de la clase, abandonando sus labores, haciendo miles de llamadas a la sargento.… lo muestran.
Esa es la clave de una buena narración. Y si además se dice, bienvenido sea, se refuerza, pero como complemento, no como principal medio de enseñarlo.
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El análisis es impecable. El prolijo desmenuzamiento que se efectúa de estos personajes, su contexto y su psicología tan bien explicada invitan al lector a mirar la serie (de la cual no tenía ni idea) . Felicitaciones al autor del artículo.