¡NO GRABE USTED MÁS VÍDEOS, hombre! ¿Por qué se empeña usted en grabar con su cámara o móvil?
¿Pero es que usted no se acuerda de lo que ocurría con las videocámaras de antes? ¿Al final qué pasaba? Que acumulaba trescientas cintas en un cajón y se pudrían.
Llévalas a un fotógrafo, dice hoy el cuñado. Já. ¿Y usted se cree que un fotógrafo se va a ocupar en trocear, editar, montar y reducir cinco horas de cena navideña a diez minutos? Porque una comunión o cumpleaños no se aguanta ni eso. Y eso por cada una de las 325 cintas.
Además, si alguien osara se enfrentaría a la familia. ¿Por qué has quitado a la abuela, que ya no está, y el niño recitando los cien cañones por banda …?
Y eso por no hablar de que tío Paco saca cabezas cortadas, graba suelo, pies, y mueve la cámara como si estuviera convulsionando. Así que el fotógrafo no se complica y le pasa la cinta entera a dvd tal cual. Y a huevo de pato cada una.
Pero es hablar por hablar, porque ningún fotógrafo se hará cargo.
No grabe usted más vídeos, no vale la pena
Si un álbum con fotos nunca se visita, imagine un cartucho VHS. Cuando resulta que el reproductor ya no lo tienes, porque se estropeó.
De las 350 ¿cuántas verá? ¡Si no les tiene el título puesto!
Hoy, todo el mundo dispara fotos con el móvil a cualquier cosa. Y todos se quejan de lo mismo. Tengo el móvil petao. Tendré que borrar. Pero cuando disparas, cincuenta fotos a la carroza de Melchor.
Borras y te cargas las de hace un mes. No serían tan importantes.
Y un día cambias de móvil y las pierdes, porque como no las sabes sacar de ahí…
Y si usted graba en tarjeta tamaño lentilla, imagínese sacarla del móvil y perderla. ¿Las llevará usted a un fotógrafo? Sí, como las otras.
(También publicado en prensa papel La Voz del Tajo Talavera de la Reina el 14 de diciembre de 2018)
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