Representación en el teatro “María Luisa” de Edipo Rey de Bambalina Teatre Practicable. Un derroche de imaginación y recursos. Aprovechemos el análisis de esta representación para elevar una reflexión acerca de “las puestas en escena”.
ELEMENTOS FUNDAMENTALES PARA GARANTIZARSE EL ÉXITO EN UNA REPRESENTACIÓN TEATRAL EN EL SIGLO XXI.
En este siglo XXI podemos enumerar dos ingredientes que no pueden faltar para lograr el éxito.
MUCHOS RECURSOS.
Por un lado, usar una gran variedad de recursos. Se incluye: variedad en la interpretación, recursos actorales, en cierto modo expresionistas, aunque contenidos, intervención de música, luces, decorado original, vestuario, canto y otros, como pueden ser marionetas y cualquier otra que se les ocurra.
COMBINADOS CON INTELIGENCIA.
Si este acervo se combina con inteligencia y colaboran todos estos recursos al unísono para lograr un mismo objetivo, la obra adquiere tal volumen que el resultado, sí o sí, entretiene.
MUCHOS RECURSOS EN EDIPO REY DE BAMBALINA TEATRE PRACTICABLE (Y OTRAS OBRAS)
Enumerando el arsenal que exhibe este Edipo Rey de Bambalina Teatre Practicable tenemos: marionetas, doble papel de los actores como tales: como actores interpretando, a la vez que manipuladores de dicha marioneta. La luz destacando en rojo el instante en que Edipo se saca los ojos. Vestuario de diseño sencillo y contrastado entre personajes, música en directo, coro… todo ello se usa. También se usa del patio de butacas en ciertos momentos, para actuar desde allí. (En otras obras se han usado otros “activos” como danza y proyecciones de video o módulos donde los actores se suben, jugando con las alturas. En esta edición tenemos el caso de “Monstruos, el prestigio de los dioses” así como “Coriolano, después de Shaekespeare” y también “La Paz”, de Paco Nieva —sillas, meses y estructuras metálicas respectivamente)
LA INTELIGENCIA A LA HORA DE COMBINAR DICHOS RECURSOS.
JUEGO DE ALTURAS.
El juego con alturas se emplea en este Edipo Rey de Bambalina Teatre elevando marionetas sobre la cabeza del manipulador. Así se da visualidad y variedad a la escena. Por ejemplo, en la pelea que establecen dos marionetas entre sí.
VISUALIDAD Y MOVIMIENTO EN ESCENA. FIGURANTES.
Distinto planteamiento escénico en cada cuadro, con la aparición de veinte figurantes que cantan, se mueven con dinamismo sobre las tablas, cambiando de posición a menudo, dando paso a los actores con marionetas para, más adelante, compartir escena con ellos. Colaboran gesticulando según el momento. Todo esa distribución da la sensación de gran dinamismo.
MARIONETAS Y ACTORES
En cada escena aparece actores o figurantes diferentes, variando la visualidad.
El coro de un clásico como Edipo rey, que alterna música con recitados, da paso, a continuación, a los actores que manejan títeres.
Los actores, abandonando las marionetas, interpretan la escena que anteriormente habían representado los títeres, como personas de carne y hueso, imprimiendo mayor variedad si cabe a lo que se presenta a ojos del espectador. Es el mismo actor, que manipulaba la marioneta como rey Edipo y hablaba por la marioneta, quien, acto seguido, actúa como Edipo. Y a veces es el otro manipulador el que adopta el papel, dando así lugar a dos Edipos o tres.
VARIOS EDIPOS, TIRESIAS, CREONTES, YOCASTAS…
De este modo, tres Edipos, dos Yocastas, tres Creontes, tres Tiresias… es una idea inteligente que deslumbra la vista y el juicio del espectador. Y la orquesta de fondo y a la vista, para que el espectador tenga a mano y ante sus ojos los hilos con que se ha construido dicha puesta en escena. Es de gran eficacia este “mostrar el trabajo” al público para causar esa agradable sensación de complicidad. El trabajo del director, de la puesta en escena, el juego de actor, todo ello se muestra tal cual, desnudo, descarnado, enseñando la técnica, haciendo alarde de la imaginación que se ha trabajado, para que se disfrute tal y como se ha creado. La intención no pretende ocultarse.
EN RESUMEN, DOS RECURSOS (O TRES) EN EDIPO REY DE BAMBALINA TEATRE.
En resumen, número uno: variedad en los elementos escénicos y en los recursos, y dos: uso inteligente y variado en el manejo y los tiempos de esos elementos y recursos, que se sacan a colación de forma calculada. Elementos imprescindibles para que la obra alcance, ya de por sí, una categoría de excelencia, para que nunca pueda juzgarse de forma negativa.
Y un tercer recurso, según hemos dicho; una tercera característica que consiste en no ocultar los efectos que se han utilizado, sino más bien en exhibirlos. En esta representación los actores no se ocultan tras las marionetas, se muestran y actúan. De este modo, nunca podrá acusarse a una obra cómo fallida y se garantizará su calidad.
EDIPO REY DE BAMBALINA TEATRE, EN CONCRETO.
Aparte de lo referido, que no nos permite, en modo alguno, censurar a Edipo rey como “obra fallida”, como decimos, otras virtudes tercian en mi apreciación positiva y, desde luego, incrementan el valor de la representación.
EL CUIDADO Y EL MIMO CON QUE SE TRABAJA.
Y lo primero es el cuidado y el mimo con que se trabaja esta obra. Cuidado y mimo en la música, en la interpretación casi coreográfica, incluso en el recitado del texto. Actuaciones que apoyan la escena con gestos; el colchón de la música, subrayando las escenas, las marionetas bien movidas… El director tiene todo esto muy en cuenta, para despertar interés. Un interés que va in crescendo, puesto que se aplica un ingenio mayor según avanza la obra. Por ejemplo, se reserva para el final el momento en que un marionetista eleva a otro en el aire y este a su vez la marioneta, quedando ahorcada Yocasta, con los pies sin tocar el suelo, a gran altura. O la intervención de las niñas. Su aparición junto con más marionetas al final incremente el interés. Las escenas se enriquecen y acrecientan la variedad e ingenio a medida que avanza la obra, para que la misma no decaiga.
EDIPO REY DE BAMBALINA TEATRE, MERECEDORA DE MEJOR ESCENARIO.
No sé si Edipo Rey de Bambalina Teatre fue adecuado para el Teatro “María Luisa”. Orquesta, coro, además de marionetas y actores, todos a la vez en el mismo escenario provocaban un efecto en cierto modo abrumador, en ocasiones. No es culpa de la puesta en escena, pero pienso que está pensada para un escenario más grande que el “María Luisa”. Quizá en el teatro Romano hubiera quedado mejor. Es un problema que yo veo, aunque ignoro si, vista la obra desde una perspectiva diferente hubiera tenido otra percepción. Lo digo por el lugar desde donde me tocó verla, mi posición en el patio de butacas. Desde donde yo la vi me pareció que el escenario estaba demasiado lleno de gente. No es culpa de la puesta en escena. La entrada y salida de personajes eran variada, el movimiento impecable, sin una tacha que ponerle. Fue culpa de un escenario demasiado pequeño.
LOS ACTORES.
Los actores muy bien, como corresponde actores profesionales. Destaca como actor Pau Gregori, quien interpreta a Creonte, el hermano de Yocasta, con su voz poderosa. Pero en general, todos cada uno en su tesitura dan como resultado una interpretación de lo más clásica.
UN SOLO “DEFECTO”.
Un solo “pero” cabe ponerle al Edipo Rey de Bambalina Teatre Practicable. Un personaje aparecía con una máscara, la cual no permitía que se oyera con igual calidad su voz que la de los intérpretes/manipuladores. Creo que es el uso de la máscara, que opacaba la voz, lo que impedía la sonoridad. Incluso sin desmerecer la labor de la actriz, pienso que las voces no estaban “empastadas” de todo. Su voz (el resto de voces en realidad) contrastaba con la poderosa de Pau Gregori.
Además, me atrevería a decir que su fenotipo y figura no respondía al personaje que interpretaba. Podría haber sido una actriz de “estructura ósea” más contundente para interpretar al oráculo. No daba el perfil físico, aunque si el interpretativo. No es que fuera mala actriz. De hecho, no lo era. Simplemente, estaba en un papel que “no la iba”.
LA VERSIÓN.
Cierto es que la historia de Edipo Rey nos la sabemos ya y aburre a las piedras. Oír una y otra vez la misma historia, cansa. Los esfuerzos de Bambalina Teatre Practicable por hacer la historia amena y resultar novedosos con el uso de las marionetas y el resto de recursos, —mención especial al coro—, son respetables, pero sigue pesando como una losa que la historia no interese cuando se escucha por enésima vez. Cuando, además, la versión que nos ofrece Jaume Policarpo intenta adaptarse y ser fiel al autor griego. Es una versión a uso, sin novedades, pese a la puesta en escena modernizada.
La historia de Blancanieves con el cazador arrepentido y la huida al bosque de la princesita, (o el hijo que no sabe que es hijo y mata a su padre, que para el caso es lo mismo)
TEATRO POR AQUÍ, TEATRO POR ALLÁ.
Y, por fin, otro punto que quiero abordar esa el criterio de enviar esta obra al teatro “María Luisa” y esta otra al teatro Romano. Tengo que comprobarlo más adelante, pero me da la impresión de que en el “María Luisa” se exhiben propuestas más clásicas, mientras que en el teatro Romano se juega más a la exhibición de obras con más poder de atracción, bien sea por los famosetes que vienen o por el estilo más modernizado de las versiones.
Lo que llega al “María Luisa” es más adecuado para los amantes del teatro clásico, y las versiones del Teatro Romano están más encaminadas a los turistas. Es la conclusión que tiendo a sacar, sin haberme cerciorado del todo de ella. Lo haré más tarde, cuando complete el conjunto de obras que tengo previsto presenciar en este año 2024 en su 70 edición.
0 comentarios