Actor oficio de vanidad. Si hay un oficio vanidoso es el de actor.
actor oficio de vanidad
Cada actor que lea esto pensará que me refiero otros actores. No, me refiero a él, a todos. Todos estamos amenazados por el virus de la vanidad, de toda clase y condición. Subirse a un escenario es tentar a la vanidad. Pero la vanidad y la envidia se disfrazan muy bien. Lo llamamos «profesionalidad», «intuición artística», no sé. Tenemos mala baba. Ocultamos nuestro desprecio a otros tras una aparente crítica racional y serena, generalmente contra otra compañía teatral pero también contra nuestro propio grupo. Disfrazamos nuestra vanidad de falsa humildad cuando nos sentimos superiores, no por dones naturales, (sería descarado), sino por entrega y supuestos «conocimientos», cuando la mayoría sólo tenemos cuatro conceptos mal pillados pero, eso sí, un ombligo enorme.
Somos prepotentes.
Los viejos nos creemos más sabios por viejos, ninguneando a los jóvenes que vienen con fórmulas nuevas, que pervierten el supuesto buen teatro antiguo. Nombramos glorias consagradas como si nos avalaran. Y los jóvenes tachamos a los viejos de trasnochados, seguidores de escuelas rancias obsoletas, soberbios incorregibles que no están dispuestos a aprender ni aprendieron nunca, a los que les revienta ser destronados. actor oficio de vanidad
Todos los actores tienen buenas creaciones y grandes cagadas, pero hay una incapacidad patética en asumir errores propios y reconocer virtudes ajenas. Odiamos a compañeros o a compañías de otros, y encima no dejamos de gritar escandalosamente que los admiramos, más falsos que Judas.
No se fíen de los actores, somos hipócritas. El mayor depredador de un actor es otro actor. Todos decimos amar el teatro, pero la mayoría sólo nos pavoneamos. Lucimos nuestra petulancia fingiendo sabiduría. Sólo nos ven desnudos quienes no pertenecen al teatro, que nos miran perplejos o apenados. Y esto pasa con profesionales y aficionados. Nos ofendemos si nos critican, invocando el prostituido nombre de la «cultura», pero somos mala gente. Por algo un actor nunca fue enterrado en sagrado.
Publicado en prensa de papel (La Voz del Tajo- Talavera de la Reina) el 24 DE MARZO de 2015)
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