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Crítica del libro 24 HORAS EN LA VIDA DE UNA MUJER, DE STEFAN ZWEIG.
La lectura de «Carta de una desconocida», de Zweig, me animó a emprender esta nueva novela de Stefan Zweig, de la que extraigo el siguiente análisis,
EL DOLOR DE UN ERROR.
Destripando un poco el argumento, diremos que 24 horas en la vida de una mujer cuenta la trayectoria superficial e interior de una mujer de avanzada edad que recuerda un amor pasional vivido hace treinta años. Un amor al que no se pudo sustraer y que la anciana decide contar a raíz de un suceso anecdótico qué tiene lugar en la primera parte de la novela.
EL FOLLETIN INTELIGENTE.
24 horas en la vida de una mujer no deja de ser un folletín inteligente. Tiene más de folletín que de otra cosa, pero está escrito por un autor que pretende transmitir un dolor. Miles de novelas románticas intentan transmitir este dolor pero suelen ser folletines insustanciales, ramplones. Uno se lee el de Stefan Zweig por ser quién es y descubre una pluma mucho más sólida y capacitada que el de un simple redactorcillo sin fondo.
REFLEXIONES EN 24 HORAS EN LA VIDA DE UNA MUJER
Carece 24 horas en la vida de una mujer de las reflexiones profundas de «Carta de una desconocida». Carece de frases inteligentes sobre temas universales. Me da la impresión de que «Cartas… » está más elaborada. Sobre todo desde el punto de vista filosófico. 24 horas en la vida de una mujer, aparte de un momento en el que se comenta que una vida sin pasiones, cuando enferma de amor, reúne toda su carencia en un solo golpe… aparte de esto, no hay muchas más ideas que reten a nuestro juicio.
DE LA ESTRUCTURA SUPERFICIAL A LA ESTRUCTURA PROFUNDA. EN 24 HORAS EN LA VIDA DE UNA MUJER
Y es que 24 horas en la vida de una mujer pretende, por encima de todo, no recrearse en los matices amorosos existenciales más pequeños, como «Carta a una desconocida», sino dar una visión global de cómo, de un deslumbramiento superficial e irracional puede pasarse a una obnubilación que afecte al interior, al alma.
C, (la dama protagonista), plantea un empecinamiento que no ha podido evitar. Una fascinación, más que un enamoramiento, respecto a un ser indefenso. Se despiertan en ella instintos maternales, de salvación del hombre, uno de los resortes prototípicos del amor femenino. Y durante muchas páginas vemos cómo se va desviando la fascinación caritativa hacia una obsesión irracional.
LA EVOLUCIÓN HACIA LO PROFUNDO, VERDADERO VALOR DE 24 HORAS EN LA VIDA DE UNA MUJER.
Y es que 24 horas en la vida de una mujer, su verdadero y más interesante valor, es este proceso. Contemplar, a través de las palabras, de las confesiones en primera persona, cómo sutilmente se puede ir descendiendo al abismo de la ceguera irracional desde la fascinación maternal.
CONTRASTE DE PERSONAJES.
A esto ayuda el contraste tan fuerte entre los dos personajes. Ella, más reflexiva pese a ser más superficial que la protagonista de «Cartas… «. Por otro, el carácter de enfermo, obsesionado por el juego, del amante. Amante que no ama, que no lo es, que nunca tiene conciencia de serlo. Y pese a ello, la ceguera de la dama nunca llega a detectar este detalle hasta el final. Estas dos personalidades tan dispares, el no amante y la ciega enamorada, es lo que hace fructífera la lectura.
EL JUGADOR, DE DOSTOYEVSTY.
¿Y no hay un regusto al Jugador, de Dostoyevsty en este personaje?
EL DESPRECIO FINAL
El desprecio final del amante, incluso físico empujándola, la sacara de su obnubilación y la traerá otra vez a la realidad.
EL LECTOR CÓMPLICE
Es en este momento en el que el lector descubre que él mismo se ha introducido en el razonamiento de C, la ha comprendido, la entiende, pero cuando la cordura regrese a C también regresa al lector. El lector, llevado de la mano por la dama, ha considerado racional y lógico todo lo ocurrido, aunque desde la conciencia lectora sabíamos que no era así. La prosodia, el modo de argumentar de la anciana, nos hace ver esta pasión como algo lógico.
LOS DOS RECEPTORES.
La anciana, respecto al narrador testigo secundario, intenta convencerle e, indirectamente, a nosotros del sentido común de su pasión.
LA INTENCIÓN DE FONDO DE STEFAN ZWEIG
Es Stefan Zweig quien intenta, como pretensión última, contarnos el dolor y la ceguera, y se esfuerza por que la entendamos, tal vez porque él mismo la haya vivido e intente explicarse, justificarse, buscar aliados.
LA VISIÓN DE LA ANCIANIDAD.
Y finalmente, el segundo valor interesante es la doble visión de una misma persona sobre unos mismos hechos ya acontecidos, pasados y superados. La anciana de es la madura que lo vivió, pero son dos personas distintas, aunque se entienden.
La anciana puede racionalizar porque lo ha vivido, puede explicar. Este es el gran acierto de Stefan Zweig. Es un conocimiento múltiple, el de la madura que lo vive desde el calor y la anciana que lo razona ya desde la frialdad, que se produce de modo completo.
EL DOBLE ARGUMENTO DE LA ANCIANIDAD.
Y además no sólo el relato sirve para explicar y estructurar. Todas las reflexiones permiten analizar la psicología de aquellas mujeres que sufrieron por amor de jóvenes y han quedado marcadas de ancianas. Vemos en C las cicatrices también. Una bella estampa final que aunque vamos viendo a lo largo de todo el proceso de la novela, solo al final recibimos con toda su potencial.
Y AHORA UNA CURIOSIDAD
LA DESCRIPCIÓN DE UNAS MANOS.
Si usted, o yo, como escritores, presentáramos a nuestro profesor de técnicas narrativas, (si es que lo tenemos), un texto donde se describen con profusión las manos de unos jugadores de cartas, nos reprocharía que nos dilatáramos demasiado en cuestiones secundarias.
Sí nos defendiéramos diciendo que sirve para reflejar la psicología d elos jugadores, nos advertirían que no hay que ser trivial. No basta decir que el jugador nervioso tiene las manos temblorosas o qué el avezado las mueve con firmeza arrojando fichas, debemos ir más allá
Pero la descripción de esas manos no solo describen a sus propietarios, sino a quien describe. La señora C queda reflejada al elegir esta descripción.
EL MISTERIO DEL AMOR.
Porque la ceguera ante el objeto amado, procede de la ceguera ante el conjunto. Toda ceguera, principalmente la amorosa, consiste en centrarnos en unos aspectos y no ver otros. Al igual que hace C con las manos. Es casi un símbolo, un anticipo de su forma de mirar y la psicología e inteligencia de quien mira.
DOBLE CRÍTICA DE UNA MISMA REALIDAD.
Cuando leemos esta larga descripción inicial del casino y la posterior de las manos de los jugadores, descubrimos que tal vez Stefan Zweig nos ofrezca un enigma. Zweig intenta que comprendamos los misterios del amor pasional que consiste en ver parcialmente. Así, el amante durante mucho tiempo es un enigma también para el lector, y así podemos ver a través de los ojos de C y comprender la pasión la pobre anciana.
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