Vale, tenemos a Johan Strahan en una americanada con testosterona. Y tenemos un guión que se pone al servicio de brincos, saltos, tiros, acción trepidante y energía desbordante. Más allá de que se cumplan las condiciones técnicas mínimas de una buena narración, lo que importa en toda película es la factura final y en el caso de las americanadas debemos considerar hasta qué punto el guión se pone al servicio de la acción y o la acción decora un buen guión.
GUIÓN DECORADO DE ACCIÓN, O ACCIÓN JUSTIFICADA CON GUIÓN.
En The Mechanic (la primera peli) la acción está delante y el guión detrás, es decir, es una peli fácil, sin novedades, que se rueda para ganar dinero, que sigue los convencionalismos habituales. Todo fluye delante, todo es brutalidad trepidante con el objetivo de que se consuma con facilidad, con mucho glutamato. Por supuesto, hay una pequeña historia, mil veces vista, donde un héroe es traicionado, vendido o manipulado por su propio jefe. El jefe se convierte en malo y sabemos que finalmente será ajusticiado de la manera más cruel posible. El malo es malo malísimo y el bueno, bueno buenísimo, aquí no hay grises. Además, le van hacer tantas putadas al bueno que vamos a disfrutar cuando al final se vengue. Y chim pum. Estas producciones no tienen otro objetivo. Y, por supuesto, el héroe es tan listo y tan profesional que por muy mal que se lo pongan siempre va por un paso delante.
Pero bueno, en este caso, y con ese guión de fondo que sirve de esqueleto a tanto tiro y demás, algo de historia hay. Quiero decir que esos pequeños guioncitos pueden ser un gran desastre, sin pies ni cabeza, o tener una mínima coherencia. En el caso de The Mecanic hay pequeños aciertos, aunque sea pecado decirlo. Tiene una estructura mínimamente construida, que permite que la película no sea un tostón. Porque lo que hace que una película no sea un tostón es que aparezcan arquetipos conocidos y que los personajes sufran conflictos interiores.
PERSONAJES ARQUETIPOS
EL HÉROE
Tenemos al Johan Strahan, el héroe, tenemos al antagonista, el jefe, el malo malísimo, y luego tenemos al ayudante que luego se convertirá en antagonista qué es el hijo de una de las víctimas de Strahan. Para el que conozca la peli, saben a quién me refiero.
EL CONFLICTO INTERIOR DEL HÉROE
La única curiosidad es la duda de Strahan ante la deuda moral que tiene con el hijo de su víctima, sustituyendo a su padre muerto. Por supuesto, las angustias de Strahan no son las de Santa Teresa, pero valen, mínimamente, para no aburrirnos con tanto tiro y verle evolucionar. Por supuesto, es una angustia en blancos y negros. Strahan siguen siendo el héroe impertérrito e invencible.
EL ANTAGONISTA
El antagonista es el mierdecilla que le acompaña, el hijo de un hombre al que Strahan mató. Cuando el mierdecilla descubre que Strahan mató a su padre, vemos su presuntuosidad del gilipollas y cómo la fuerza del antihéroe procede más de su mala leche que de su verdadera fortaleza tanto física como psíquica. Es decir, es una fuerza que viene del odio enfrentándose de modo clásico el poder y las potencias oscuras con las potencias moralmente buenas como son las de Strahan.
CAMBIO DE ARQUETIPO EN EL ANTAGONISTA
Uno de las técnicas narrativas más eficaces es hacer evolucionar de tal modo a los personajes que uno que fuera por ejemplo AYUDANTE cambie su papel y se convierta en ANTAGONISTA. Ocurra en esta peli. El mierdecilla empieza siendo una cosa y acaba siendo otra.. Esto nos mantiene con cierto grado de curiosidad mirando la pantalla, nunca en vilo
LAS ACTUACIONES
Por descontado, Johan Strahan da el tipo en su actuación y el resto, testosterónicos, también. Muy hombretones todos
Por lo demás, todo es fanfarria aparatosa. La película se puede disfrutar dentro de su género. Para los incondicionales de este producto podemos darle un seis aunque dentro del mundillo del cine no pasará de un cuatro.
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