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LOS POEMAS DE JUAN MANUEL SERRAT
Si hay alguien que quedará para la historia del siglo XX como uno de los poetas más señeros y populares es Juan Manuel Serrat
Respecto a su poesía, cabe diferenciar su poética, vista de modo objetivo, y por otro lado los motivos de su popularidad, su fama y su proyección entre los expertos, cuestiones que merece la pena diseccionar para conocer su verdadero valor.
EN EL LADO CORRECTO DE LA HISTORIA
Serrat se dio a conocer como cantautor en una época en que el boom de los cantautores estaba en auge. En las postrimerías del franquismo, subirse a un escenario con una guitarra y reivindicar la libertad desde la cultura estaba de moda. Además, Serrat se identificó con una izquierda en la oposición, sin llegar a crear textos demasiado políticos, con lo que agradaba en cierto sentido a un amplio abanico de la sociedad, que iba desde la izquierda más radical a la derecha más moderada, la cual pretendía un cambio de régimen hacia las libertades. Los poemas de Juan Manuel Serrat
POESÍA ANTES QUE REIVINDICACIÓN
Se dio a conocer como un cantautor que priorizaba la cultura, las buenas letras, la emoción y la literatura sobre el panfleto directo y reivindicativo. Eso le granjeó las simpatías del ala moderada de uno y otro bando, eminentemente democrático. De este modo, con un perfil más moderado y cultural, se hizo con el mejor puesto de entre los cantautores de su tiempo. Silvio Rodríguez, por ejemplo, era mucho más directo y reivindicativo y ahuyentaba a cierto público que prefería la literatura desnuda y la buena música más comercial más que textos que no dejaban de ser poéticos pero se ponían más al servicio de la protesta. Los poemas de Juan Manuel Serrat
UN CANTAUTOR PARA LA BURGUESÍA.
Silvio era menos emocional, más árido, mientras que en Serrat se centraba en la emoción burguesa, de la burguesía de izquierdas, de la burguesía moderada de derechas y de la burguesía apolítica, afectando a sentimientos más universales como puede ser la familia, los papeles dentro de dicha familia, los conflictos, el paso del tiempo, la nostalgia, la emoción, la cercanía hacia figuras humildes y populares como puede ser el caso de la canción de “Tío Alberto”, “Fiesta” o “Romance de Curro, el Palmo”. Cantó “sin ideología” a “Todas esas pequeñas cosas” que nos llegan al corazón, con independencia del color político. Por eso se hizo popular y universal.
JUAN MANUEL SERRAT, UN CANTAUTOR ADSCRITO A UNA IDEOLOGÍA QUE NO HACE PROSELITISMO.
Más allá de su significación política, sin embargo, estaba integrado en la corriente ideológica que se relacionaba con el antifranquismo, cuando sus letras, en términos generales, no arremetían contra la dictadura, de forma directa al menos. Las letras que popularizó Serrat eran blancas y afectivas, muy cuidadas en su forma. Si acaso llevaba a cabo una reivindicación política implícita. Era una crítica genérica y social. El caso de “A quien corresponda” o “Mediterráneo”. Los poemas de Juan Manuel Serrat
FAMA DE JUAN MANUEL SERRAT
Juntó la popularidad con la fama, aunque no es lo mismo. Sin salirse de las coordenadas que he dibujado, de su perfil como cantautor, Serrat se hizo famoso entre todo tipo de gentes. Los conservadores moderados lo toleraron, la izquierda política lo respetaba y la izquierda cultural lo admiraba. Nadie estaba en contra suya y, además, llegaba a la gente sencilla con letras familiares con las que todo el mundo se identificaba. Letras que alcanzaban el corazón de los espectadores puesto que sus metáforas e imágenes eran muy plásticas y vistosas. Se entendían muy bien por el contexto. Si se diera el caso de que algún espectador no comprendiese una determinada metáfora, todas se sacaban por el contexto. Metáfora y contexto se coordinaban de modo eficaz para atender a todo tipo de público, tanto el erudito como el menos instruido.
JUAN MANUEL SERRAT ERA UN CANTAUTOR CON MARQUETING.
Además, la transmisión era de su poesía oral y musical. Un punto más a su favor para ser popular. En el mundo de hoy tienes que entrar por los oídos, tanto en el sentido musical como en el oral, en las letras transmitidas, en un escenario y, si me apuras, a través de la imagen. El modo de cantarlas de Serrat se hizo popular a la hora de que los humoristas reprodujeran su vibrato. Los humoristas hicieron mucho por su popularidad. Los poemas de Juan Manuel Serrat
SU VALOR COMO POETA
Ya hemos adelantado cuál es el valor como poeta de Juan Manuel Serrat. Todas las circunstancias antedichas son la causa de su popularidad a todos los niveles. Es el motivo o los motivos por los que ha sido admirado por unos y por otros, espectadores de toda clase y condición.
Cuestión aparte es su verdadero mérito como cantautor.
JUAN MANUEL SERRAT, UNA POESÍA SENCILLA.
Como poeta, en este sentido, cabe decir que, junto con las metáforas arriesgadas, pero bien medidas e integradas en el contexto, con un mecanismo de relojería bien ajustado y orgánico, está la temática. Como hemos indicado, es sencilla y afecta a instintos universales que nunca caducan y tocan de manera individual la fibra sensible: el conflicto generacional, el choque de costumbres, como en el caso del poema “Señora”. La nostalgia, como en el caso de “Aquellas pequeñas cosas” o “Barquito de papel”. O incluso “Pueblo blanco”. Estos y otros muchos ejemplos nos hablan de una literatura cercana a los poetas de los 50 como Rafael Morales o Joaquín Benito de Lucas, —permítame que cite a dos talaveranos—.
Una poesía de lo cotidiano, cargada de sencillez que incluso ha rozado lo que se ha dado en llamar pornografía sentimental, aquella literatura que se centra en los sentimientos y hurga en ellos para provocar la emoción de quien lee o escucha.
ANÁLISIS RÁPIDO DE CURRO, “EL PALMO”.
¿Quién no ha derramado alguna lagrimita, o la ha contenido con dificultad, al oír el poema de “Curro, el Palmo” y aquel verso que dice:
“a mano derecha,
según se va al cielo
veréis el tablao
que montó Frascuelo…”
Estos versos nos hablan de la muerte de “Curro, el palmo” (de la muerte, un universal que todos entienden, que a todo el mundo llega) y lo hacen en unos términos cotidianos, como si indicasen un lugar concreto en el cielo, que nos despierta la esperanza de que, en efecto, exista ese lugar físico cuando nos vayamos de este mundo. Un lugar físico al que se puede llegar como quien visita un pueblo turístico un fin de semana “a mano derecha, según se va al cielo”, recreando el modo en que, de forma rutinaria, se dan las indicaciones de un lugar físico. Al oírlo se despiertan nuestras neuronas espejo. Nos dice que “Curro, el Palmo” se halla en un lugar físico tras la muerte: “a mano derecha”, como si el poeta supiera donde está, como si lo hubiera visto.
LA CONTUNDENCIA RUTINARIA DE “LA VERDAD”.
Cuando se dice “a mano derecha” se supone que estás hablando de una realidad, una realidad cercana, cotidiana, de un “creyente”, tan habitual y rutinaria que no cabe ponerla en duda. Pero se está refiriendo al cielo, una duda existencial. Al decir que “está a mano derecha” la expresión implica una contundencia. Una contundencia en la fe religiosa, de que está realmente Curro, el Palmo vivo, pese a haber muerto, y eso nos emociona.
NEURONAS ESPEJO.
Y es que también está en “en el tablao que montó Frascuelo” porque ser cantaor era la profesión y vocación del personaje de Curro. “Donde Curro, el Palmo, sigue dando palmas”. Un lugar, un cielo concreto, existente tras la muerte que, como digo, al hacer funcionar nuestras neuronas espejo. Imaginamos por tanto que nosotros también gozaremos del mismo privilegio al morir. Un premio de eternidad donde continuar nuestra existencia, instinto básico del hombre, necesidad fundamental: sobrevivir tras la muerte. Lugar común que afecta a todos los individuos.
LA FE DE LOS POBRES
Vemos, por tanto, como Serrat juega con los universales, el ubi sunt, la muerte y el ansia de pervivencia. Y lo une a la cotidianidad, a la fe propia de la burguesía. Incluso podría advertirse cierto mecanismo procedente de la religión cristiana, así como de otras religiones qué aseguran que solo alcanzarán la eternidad los humildes.
El Palmo es descrito como una persona sencilla, humilde y honrada, que ha alcanzado esa eternidad con que el hombre sueña. Es lo que nos hace soltar la lagrimita.
¿PORNOGRAFÍA SENTIMENTAL?
Por eso digo que se halla en el límite de la pornografía sentimental, términos que ha sido usados para la poesía que es demasiado incisiva, que afecta más al sentimiento qué a otras cualidades, que nos agarra por las gónadas.
Pero no es así. No alcanzan esa categoría nefasta, porque Juan Manuel Serrat, de igual modo, suma a este fondo “dramático» de su temática los suficientes alardes formales para que se eleven y el poema vuele con una calidad mayor que la que podemos encontrar en los típicos poemas del abuelo a su nieta.
FONDO Y FORMA EN “CURRO, EL PALMO”.
“…Para las buenas almas,
el Currito, el Palmo
sigue dando palmas”
La aliteración de la “p”, tan sonora como las propias “palmadas” y la genialidad de juntar “Palmo” y “palmas”, provocando la sensación musical de que se está llevando a cabo el típico “palmear” de una fiesta flamenca es un recurso formal, estético, que apoya e intensifica la idea de la descripción sensitiva del lugar, —el tablao que montó “Frascuelo”—, y se suma además al conjunto de que ese “tablao” está en el cielo.
EL DIMINUTIVO CARIÑOSO
Además, al llamarlo así, “Currito, el Palmo”, es un guiño, quizá inconsciente pero intencionado, como corresponde a un verdadero poeta, que remite a la sencillez, la humildad, la ternura y la inocencia qué despierta el personaje.
POPULARIDAD, FAMA, CALIDAD POÉTICA FORMAL Y DE FONDO.
A la hora de analizar pormenorizadamente este poema de “Curro, el Palmo” pretendo, por extensión, realizar una nítida valoración de cómo funcionan con eficacia los poemas de Serrat. Un todo de popularidad, fama y calidad literaria en una conjunción de estrellas que se dieron en una época, en un momento determinado y muy oportuno.
OTROS POETAS.
No sé si por sí solas, esas letras, hubieran sido tan populares. Si no se hubieran hecho canción con una música atractiva, música que merecería una valoración similar, para la que no estoy capacitado, pero que sospecho que se rige por las mismas coordenadas que la letra. Música, letra, circunstancias, época, talante moderado, comprometido, de izquierdas pero para todos los públicos, intimista… todo ello hace de Serrat un caso único que pasará a la historia.
Repito, no sé si la letra por sí misma hubiera le hubiera consagrado. Letras también ingeniosas y de gran calidad de otros poetas tuvieron menor alcance y repercusión que Serrat, por el simple hecho de que la fama no les favoreció.
Fama, popularidad, la suerte de ser cantautor en época de cantautores, ser universal en cuestión temática. Un autor que, aunque comprometido con el antifranquismo, trata temas burgueses o de trascendencia a nivel individual, que afecta a todas las personas por igual, de una “izquierda” que va de “buen rollo” y no es agresiva ni está polarizada como la de ahora.
La oralidad de sus canciones, la popularización a través de conciertos… todo fue un conjunto que contribuyó a la universalidad de este poeta.
Otros poetas de igual calidad, incluso mayor, no han sido tan favorecidos por tal conjunción y no pasarán a la historia del mismo modo que Serrat lo ha logrado.
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