Abordó ahora el análisis de Indira, la tercera y última novela de la trilogía de la detective con TOC obsesivo-compulsivo por la limpieza, escrita por Santiago Díaz Cortés.
Santiago Díaz Cortés pide a los lectores de Indira que no revelen el final. Lo lleva claro. Porque, si es necesario, y en este caso lo es, necesito contar la trama.
Como siempre digo, hago spoiler. Lo necesito para analizar recursos y giros de esta novela y así, como mucho, lo que puedo hacer es advertir al lector de este artículo de que, tarde o temprano, acabarán desvelándose partes del argumento. Indira Santiago Díaz Opiniones
Procuraré que sean los menos posibles, pero cuando sea necesario no me temblará el pulso. Porque de lo que se trata es de analizar la obra una vez leída y clarificar a qué escenas o personajes me refiero en cada momento. Desvelo la trama porque es necesario. No lo hago por capricho.
Y, de igual modo, desveló la trama de las dos novelas anteriores de la serie, por si alguno ha leído ésta sin haber leído “El buen padre” y “Las otras niñas”. Para que también queden advertidos.
En fin, escrita la advertencia que siempre hago, abordó ahora la materia.
¿CÓMO ATRAER AL LECTOR EN UNA TERCERA ENTREGA? Indira Santiago Díaz Opiniones
Como ya dijimos en las dos novelas anteriores, Indira se vale de un truco que resulta muy eficaz. Quedó sin concluir la trama de Lucía Navarro. Había asesinado a su compañero porque había descubierto el crimen fortuito de su amante, Héctor Ríos. Pretendía delatarle. El crimen cometido por Lucía fue más bien un accidente y consideraba injusto perder su carrera y ser detenida, por lo que optó por matar también a Óscar Jimeno, que pretendía delatarle. La trama quedó así.
Con habilidad de guionista que deja un misterio sin resolver, en la nueva entrega de Indira vuelve a plantearse el dilema de Lucía. Indira Santiago Díaz Opiniones
ENRIQUECIENDO LA TRAMA DE LUCÍA NAVARRO. Indira Santiago Díaz Opiniones
Pero, como guionista, Santiago Díaz sabe que debe animar el conflicto interior y el sufrimiento de la policía asesina con más ingredientes. En este caso, JD, sospechoso de matar a su cuñado, descubre que el verdadero asesino es su padre. A la vez, sospecha de Lucía. Lucía también sospecha de JD. Lucía averigua el secreto del gitano después de un interesante desarrollo, y JD también la descubre a ella. Ambos se investigan mutuamente y ambos descubren la verdad del otro. Ambos tienen mucho que ocultar. Cuentan con una información con la que pueden protegerse y acusarse a un tiempo. Ambos dependen del silencio del otro. Ambos pueden delatarse. Ambos tienen motivos para temer: JD que se descubra que el asesino es su padre. Lucía, que JD descubra que la asesina es ella. Una lucha que alimenta una trama paralela.
LA TRAMA PARALELA DE LUCÍA, ENRIQUECIDA Y CON UNA CUESTIÓN MORAL LANZADA AL LECTOR.
El lector advierte como injusto que Lucía sea condenada por un crimen que en realidad fue un accidente, en parte. La empatía que sentimos hacia ella en su caso particular nos hace ponernos a su favor y querer que se salve. Menos intensa es la empatía que sentimos hacia JD, pero también queremos que su padre se libre de la cárcel y su crimen no se ha descubierto. Porque ha aplicado justicia.
Su acción fue vengativa y justa, aplicó justicia a un maltratador. Nos plantea así el autor un problema moral y similar al ya visto en Rapa, en el dilema de la fisioterapeuta. El dilema planteado es el mismo: matar a un maltratador.
¿Debe, por otro lado, un hombre justo, movido por razones justas, ser condenado, aunque sus actos sean reprobables? Todo este problema moral alimenta la historia que se nos narra y traslada al espectador la cuestión, al tiempo que nos obliga a dar una respuesta. Indira Santiago Díaz Opiniones
Que una trama sugiera una duda y que, aunque al final la resuelva el autor, se mantengan en la conciencia del espectador, nos enriquece.
LECTOR CONSECUENCIALISTA, LECTOR DEONTOLOGISTA.
Es el dilema famoso del tranvía, con el lector consecuencialista y el lector deontologista decidiendo. El ejemplo clásico de un tren a punto de atropellar a unas personas. Si no haces nada y dejas que las cosas discurran como estaban, morirán veinticinco, tal como estaba previsto.
Han muerto 25, pero no has intervenido, es decir, tienes las manos limpias.
Pero si mueves una palanca y actúas cambiando al tren de vía, matarás a cinco solamente, salvando a las veinticinco.
Pero las has matado tú. Has matado solo cinco, pero has intervenido. Es decir, tienes las manos manchadas porque cambiaste la palanca y decidiste el destino de unas personas.
De modo similar, Santiago plantea el dilema de Lucía y JD. ¿Salvar al justo? ¿Condenarle por su delito? ¿Ser consecuencialista o deontologista?, ¿delatarle o no? ¿Dejar que las cosas fluyan por sí solas y no delatarle o intervenir? ¿Qué harías tú? Es el dilema que se plantea JD respecto a Lucía y Lucía respecto a JD. Es un dilema moral clásico que plantean muchas películas. Conocedor de tal recurso, Santiago Díaz Cortés lo aplica una vez más en su trilogía y lo resuelve en esta tercera novela, Indira.
PERSONAJES LLAMATIVOS.
Otro de los recursos que Santiago Díaz conoce como guionista es el empleo de personajes con un defecto, una tara, o una característica especial que los saque del común, que los haga especiales para que nos fijemos en ellos. Ya hablamos en su día de series de televisión que usan este recurso. Rapa tiene como protagonista a Javier cámara, con mala leche y ELA. “House” de igual modo tiene mala leche y es cojo. Listbeth Salander tiene síndrome de asperger y es antisocial. Desde el punto de vista físico, no es coja, pero es punky está llena de tachuelas. Shaun Murphy, the Good doctor, es autista y antisocial y así sucesivamente. Indira Santiago Díaz Opiniones
Y ya dijimos en el análisis de las dos novelas anteriores que Indira es desagradable y tiene un TOC que afecta a su obsesión por la limpieza o, más bien, a su terror a la suciedad y al orden extremo.
JD, UNO MÁS.
En este amplio muestrario de personajes raritos, Santiago Díaz introduce a JD. Su característica es… ser gitano. Un policía gitano. Su función como personaje entra dentro de esta categoría señalada por Blake Snyder en “¡Salva el Gato!”. Pero, conocedor de que hoy la sociedad se la coge con papel de fumar, está alerta a cualquier defecto del personaje que pueda ser denunciable por señalar un tópico en contra de esta raza. Indira Santiago Díaz Opiniones
Santiago Díaz tiene precaución y eso le resta fuerza al personaje. No explota a JD como debiera. Se da cuenta de que su elección es peligrosa.
DENUNCIAS A TUTI PLEN. Indira Santiago Díaz Opiniones
Tal y como está la cosita, no permite decir según qué cosas contra los gitanos y el personaje queda desinflado. Es curioso, no tiene tanto reparo a la hora de poner a personas discapacitadas o con alguna enfermedad: Indira con su TOC. ¿No ha pensado en las repercusiones sociales que conlleva atribuirle rasgos desagradables y antipáticos a una persona con TOC? ¿Y qué hemos de decir de Tomás en Rapa? ¿Por qué atribuimos mala leche a un enfermo de ELA? ¿No estigmatizamos a la gente que sufre esta enfermedad? ¿No piensa Santiago, de igual modo, que relacionar esta antipatía de Indira con su trastorno TOC puede ser objeto de denuncia?
Del mismo modo que por una asociación gitana, Santiago podría haber sido denunciado por una asociación de enfermos de TOC, como si su desgracia implicará una actitud reprobable. Le podrían haber llovido leches hasta en el carnet de identidad. Aún está a tiempo Santiago de que le lluevan denuncias en este sentido. Pero tal posibilidad no la contemplaba en las dos anteriores entregas y se atrevió a recrearse en la actitud despreciable de Indira. Lo que sí tenía en el radar era la posibilidad de una denuncia racista y su idea de introducir a un personaje inusual y novedoso, utilizando una raza distinta, fracasó. Le salió el tiro de por la culata. Se la cogió con papel de fumar y, al final, de la esencia gitana de JD no hay noticia. Indira Santiago Díaz Opiniones.
No vemos más que las referencias a ella y, acaso, a la forma de vida y al modo de hablar, pero nunca metiendo el punzón en el perfil del personaje.
MAS EJEMPLOS DE DENUNCIAS. Indira Santiago Díaz Opiniones
Lo más arriesgado que leo en Indira a este respecto ¿No es esto también denunciable?
La prudencia de Santiago con JD convierte a este nueva e inusitada componente del equipo policial en un personaje flojo que pierde fuelle a medida que avanza la historia.
Claro que, si a eso vamos, bien podrían quejarse los autistas de The Good Doctor, o los enfermos de acondroplasia del Señor de los anillos, igual que se quejaron en Disney de los enanos de Blancanieves. Tenemos una sociedad de pesadilla. Los narradores tienen que hacer malabares, últimamente.
Conclusión
Hasta aquí los breves apuntes que he dedicado a la trilogía de Santiago Diaz, Indira, que incluye los libros “El buen padre”, “Las otras niñas” e “Indira”. Y como el propio Díaz solicita que no se haga spoiler dejo a la consideración aciertos que implican sorpresa ante la resolución del conflicto de Lucía Navarro. Se dio a elegir al lector entre dos posibilidades y, sin embargo, se optó por una tercera vía insospechada que, además de sorprender, traza una solución más decorosa, aunque triste, que deja a Lucía, a la que apreciábamos, en mejor lugar.
Sacrificar personajes es un rasgo común en los guiones cinematográficos, dejando abiertas las tramas, causando una sensación de insatisfacción en el espectador, en este caso lector. Así el final de Indira para salvar a su hija, terrible y dramático. Indira Santiago Díaz Opiniones
De igual modo, recordar que se usa en esta última entrega de la trilogía el secuestro de una niña como recurso habitual en otras series y novelas (el caso Hartung, la chica de nieve, el paciente, la trilogía del Baztan…)
En fin, la trilogía de Indira queda analizada en lo principal, en pequeños apuntes que espero les haya sido de utilidad.
Artículos relacionados.
0 comentarios