EL PROBLEMA DEL HUMOR EN BIENVENIDOS AL NORTE
Bienvenidos al norte es una película, a mi parecer, sobrevalorada. Y es que BIENVENIDOS AL NORTE tiene un problema.
El problema del humor.
Sí una aventura sustanciosa, o una historia que apela a la emoción, el terror o el misterio por descubrir a cada cual le hace sentir distinto, hacer reír sí que depende de cada persona y nivel. El juego con la inteligencia ajena es variado y según lo inteligente que sea cada persona, reirá con unas cosas u otras.
EL CHISTE SOBRE LO EXTRAÑO.
El problema de «Bienvenidos al norte» es que es una película francesa que hace chistes sobre el modo de ser de los franceses del Norte. Eso a los españoles nos la refanfinfla, porque no entendemos dónde está la gracia, porque no conocemos cómo son los habitantes de Bergues, que deben ser como aquí los de Lepe. Así que si era complicado hacernos reír con cosas que conocemos, imaginen con cosas que no entendemos.
CHISTES TRADUCIDOS.
Y uno de los chistes más comunes es sobre la forma de hablar de la zona. Los franceses se mondarán de risa, pero nosotros no comprendemos en qué consisten los giros fonéticos, los tonillos y demás. Sería como hacer entender a un chino la gracia andaluza.
EL ESFUERZO DE LOS TRADUCTORES.
Por lo tanto, los traductores deben trasladar guiños y juegos de palabras que aquí no funcionan y reconstruirlos, reconvertir los chistes de allí en chistes de aquí y eso depende más del ingenio del traductor que del guión original, que jamás llegaremos a entender, salvo que seamos franceses y sepamos francés, además de conocer su cultura ni a qué narices se están refiriendo.
LOS TONILLOS DEL IDIOMA.
Por lo visto hay un idioma o un dialecto, o una forma de hablar, o váyase usted a saber, qué, llamado «cheti», que sería como aquí el vasco o el andaluz mismamente. Pero aquí, nos lanzan un «ozú» y sabemos por donde va el que quiere hacernos gracia, pero con el dichoso «cheti», pues como que no, no le vemos el asunto.
Así que no se esfuercen, porque para disfrutar de la peli lo único que nos queda es…
LA COMEDIA DE SITUACIÓN.
En efecto, es lo único que nos queda para poder disfrutar de esta película: la historia. Y la historia tampoco da para mucho. Va de un funcionario de correos, mentiroso compulsivo que castigado por una mentira es desterrado durante dos años a un puesto que nadie desea, en el norte de Francia. Allí conoce a sus pintorescos habitantes y empiezan las gracias.
Por supuesto, se elabora esta historia con un argumento, que permite que la película se sostenga algo, aunque no nos reímos de nada. Con las situaciones creadas, alguna sonrisilla se nos despierta, pero nada más.
EL TONO DE LA PELÍCULA.
La película se encuadra en el género de las comedias gamberras para adultos. Sin decir demasiados tacos ni groserías, los actores hacen el tonto para que el adolescenten que llevamos dentro se anime y sonría. A los que no nos apetece hacer el tonto, no nos gustan estas payasadas histrionicas que aderezan una historieta sencilla de mero trámite, sin demasiado ingenio ni pretensiones. Que quieren que les diga… se me hace una película prescindible.
TÉCNICAS NARRATIVAS.
Pese a ello, la película construye una historia.
EJE PRINCIPAL
La historia del cartero trasladado, su llegada a Bergues y su contacto con los habitantes.
EVOLUCIÓN DEL EJE PRINCIPAL. CONFLICTO.
Parte del filme se va en contarnos cómo son sus habitantes y hacer gracietas sobre eso. Luego se plantea el conflicto, la llegada de su mujer a Bergues, confiada en una mentira de su marido. Ocultar a la mujer la verdad será el OBJETIVO del protagonista y lo que causa el CONFLICTO.
SUBTRAMAS.
Por supuesto, hay subtramas, como corresponde a una película bien construida, porque lo está, pese a ser rutinaria y fallar en el tono. La historia del cartero enamorado de su compañera de trabajo, por ejemplo, historia que se desarrolla y se resuelve… y alguna que otra de menor importancia.
¿QÚE NO FUNCIONA?
Pero como el problema principal es que la historia está al servicio de dos cosas que fallan, la cosa no funciona. Esta Al servicio de los chistes, muy franceses y localistas, que no llegan a España, y se pone al servicio de una IDEA BASE trivial, una estructura trivial en su género de «comedia de situación».
Es por ello que, por mucho que se apliquen las técnicas correctamente, falla el tono, el juego estético humorístico y sobre todo falla el HIGH CONCEPT, (idea base o principal), que es rutinaria.
CONCLUSIÓN
La película no logra salir de las fronteras gabachas, aunque haya tenido gran repercusión mediática y esté de moda. Sin publicidad y sin fama, sólo gustaría a esos los adultos que dije, que aún conservan cierto espíritu gamberro y que en su adolescencia se rieron burdamente a carcajadas salvaje de que no entendían.
0 comentarios