En los últimos años, el teléfono se ha convertido en un bien de necesidad única. Uno se imagina sin comer, pero no sin whassear. Y aparte de que la tarifa española es la más cara, y que la mejor oferta sigue siendo la cara, el cachondeo son las promociones.
Uno recibe una llamada y le ofrecen la «chollochochona» a 0.18 centimos hora con llamadas a un solo número. Y como yo sólo llamo a mi psicólogo, al año en la central comprueban que yo no hago gasto y ¡ellos!, sin consultarme,
me dan de baja del contrato de modo unilateral simplemente porque mi opción no les da dinero (caso real).
Podría haberles denunciado por anular mi contrato apalabrado, grabado, donde no se especificaba la caducidad de la oferta de llamadas a un solo número, que yo firmé, pero no me vale la pena y de eso se valen.
Claro, vista mi factura… me ofrecen entonces la «todojunto.com» a ver si pico y me exprimen más, con sms, llamadas, fijo, móvil y un masajista que te viene por las tardes. Me extraña lo del masajista y pregunto si entra en la tarifa. Que sí, y para toda la vida.
Repregunto ¿entra? ¡¡¡Qué sí!!! y al año la promoción caduca (el concepto de «toda la vida» de ellos) y me ofrecen el «siempreunidos.es».
Entonces descubro que el masajista me cobraba un huevo aparte y me lo dicen ahora para que me apunte el “siempreunidos”.
Me ofertan luego la «llamadasatutiplen», que une fijo, móvil y el móvil de tu suegra, todo plano por cuarenta euros. Son cuarenta, pero sin iva, sin establecimiento de llamada, sin mantenimiento de línea… y además está mi suegra… pero eso ya lo asumes, son unos 120 eurazos reales y es la más barata.
Le digo que iré a mi tienda y allí me dicen que la «tutiplén» caducará en un mes. El pobre comercial me la quería meter porque probablemente le pagan por contrato hecho (otro caso real) y me ocultó la mitad de la verdad. Claro, yo le preguntaba y él se escaqueaba.
Y luego está el que te llama a medio día, cuando tu estás con los espaguetis en la boca, para que te borres allí y te apuntes acá. Algunos se enredan en explicaciones, pero los comerciales están adiestrados para meterte un comentario sorprendente y tenerte media hora más al teléfono si le dices que no.
Algún ingenuo cliente pica, y se maldice por toda la eternidad si acepta, porque tampoco lo que le ofrecían era cierto en aquella llamada de siesta. Pienso que te llaman a la hora de la siesta para pillarte bajo de defensas y grogui. Había una cláusula que dijeron bajito o no dijeron y que cuando te quejas es el único argumento que esgrimen, la cláusula esa que te mantiene durante un año pagando un servicio que no querías.
Yo, por si lo quieren saber, cuando llama un hispanoamericano -los pobres, son ellos casi siempre- ni hablo. Bueeeenas taaaaardes, ¿moises de los heros?, me llaman leyendo mal, y cuelgas. Contra eso, todavía la multinacional telefónica no tiene estrategia, pero ya la inventarán, ya.
Publicado en prensa de papel (La Voz del Tajo- Talavera de la Reina) el 9 de octubre de 2012)
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