En efecto, he ido a ver el Rey León, y más allá de las alabanzas desmesuradas que esta producción de Disney ha recibido quiero, en este blog, dar unas pinceladas sobre los porque y motivos de tal calidad.
CRÍTICA Y ANÁLISIS DEL REY LEÓN.
No he asistido a muchos musicales en directo, pero sí a mucho teatro, también infantil. Además, ¿quien no conoce a Disney? También conozco Disneyland París y puedo hacerme una idea de cómo trabaja esta multinacional.
EL REY LEÓN, EL SECRETO ESTÁ EN LA MASA.
El secreto de la calidad del Rey León está en la masa. Está en que hay mucho, muchísimo dinero detrás, todo el que Disney ha querido gastarse. Disney apuesta por grandes producciones de gran presupuesto y no repara en gastos cuando emprende un proyecto. Así, plantea una obra que se mueve a la vez por varios países con un tirón publicitario sin medida, efectos teatrales sin reparar en gastos, actores de calidad, ingenio escénico y otros etcéteras que le garantizan muchos años de representaciones. Parece un comentario trivial, pero no. Hay que tener en cuenta todo esto y pensar que El Rey León tira con pólvora del rey, aunque sea del propio Disney. Y por eso le sale bien.
CALIDAD TEATRAL.
Les sale bien, principalmente, porque como no son tontos, contratan a los mejores actores y músicos, a los más sabios profesionales de las artes escénicas, y a los más inteligentes y capacitados hombres de teatro, probablemente angolsajones. Estos, a cambio, se ven seducidos por contratos de larga duración y la posibilidad de que que su trabajo se vea por muchos espectadores. Por eso, todo el personal se esfuerza y colabora. El Rey Leon cuenta con todo tipo de juegos e ingenios y se analiza muy bien el resultado final para que nada sobre, nada falte, el ritmo este medido, exacto, y el espectador salga satisfecho.
¿QUIÉN ES EL ESPECTADOR?
Para empezar, si queremos que una producción resulte, debemos pensar en el espectador. Y en este caso, es un espectador de teatro comercial que se deslumbra con lo grandilocuente. Pero también, pueden acudir espectadores que gozan con soluciones teatrales ingeniosas. Y también, hay espectadores que saben apreciar una buena actuación. Todo ellos se cuidan.
PARA LOS ESPECTADORES COMERCIALES. ESTRUCTURA DE LA OBRA
Para el espectador que se deslumbra con lo grandilocuente, tenemos diversas escenas que, entre música y diálogos, duran unos diez minutos cada una y que casi siempre acaban en un climax musical y escenográfico completo.
Siguiendo esta estructura casi mecánica, tenemos al espectador siempre en vilo, estremeciéndose, disfrutando, cargándose de adrenalina, sin que se le permita respirar un minuto.
PARA LOS ESPECTADORES COMERCIALES, ESCENOGRAFÍA.
También para los espectadores comerciales, tenemos un sol que se levanta, un ciclorama que cambia de color, forillos que suben y bajan, estructuras móviles con ruedas y cualquier recurso que se les ocurra, desde sombras chinescas a marionetas pequeñas y grandes, teatro de todo género mezclados, actores figurantes interpretando a la propia marioneta que manejan, ingenio en la construcción de dichas marionetas, hombres jirafa, hombres elefantes, vestuario suntuoso, ingenioso y bien desarrollado y, por supuesto, grandes desfiles donde una gran cantidad de figurantes aparece en coreografías espectaculares. Y, por supuesto, hay un niño, que también hará las delicias de los padres y con quien se identificarán los menores.
PARA EL ESPECTADOR TEATRAL.
Para el espectador que gusta de soluciones teatrales ingeniosas, tenemos la variedad que dije antes como acumulación de géneros y soluciones teatrales diversas, ya ensayadas en otras obras y de resultados garantizados, así como otras nuevas como la estructura de hierro en la espalda de Scar, que mueve la cabeza con un juego de hombros o la solución ideada para las hienas. También otros juegos escénicos que plantean respuestas ingeniosas a problemas complejos, como la estampida de búfalos, el intercambio entre marionetas medianas, de tamaño humano y otras de alambre que corren sobre unos plataformas que simulan la hierba en la selva y qué manejan los figurantes. El espectador que disfruta sorprendiéndose con estas ideas también queda satisfecho. Disney ha dado instrucciones a los sabios del teatro para que se atienda a todo kiski, desde el más simple al más inteligente, pero sin olvidar el sentido comercial.
PARA EL ESPECTADOR QUE BUSCA BUENOS ACTORES.
Por último, para los espectadores que disfrutan viendo buenas actuaciones, tenemos a marionetistas extraordinarios, actores de cuerpos atléticos y que a la vez cantan, dicen la letra con calidad profesional, con sentido ritmico y alardean de muchos registros vocales.
De igual modo, los figurantes constituyen un elenco completo de bailarines trabajados en el gimnasio cuyos movimientos producen admiración y placer estético a partes iguales.
CALIDAD EN EL GUIÓN.
La gran variedad de recursos y elementos que componen esta producción, (marionetas, actores, cambios continuos de escenario, escenas cortas, música, diálogos, buenas actuaciones, coreografías, bailarines, ingenio teatral, etcétera), todo ello ya sería suficiente. Suficiente para que la obra guste sí o sí, para que no haya posibilidad de otra cosa, pero es que además el guión está medido. No solo porque la estructura es sencilla y eficaz, como dijimos, cambiando de lugar, momento narrativo, climax, personajes, aire y tono cada diez minutos, no sólo porque cada cuento contenga principio, nudo y desenlace, sino que ese avance sobre la historia en minitramas, construye una historia completa y sólida.
HAMLET
Y la historia no es otra que un Hamlet para niños. El Rey León es HAMLET contada a los críos como fábula de animales.
RECURSOS MUSICALES
Y al ser un musical, encontramos a un director de orquesta, con su orquesta en directo en directo. También se aprecia algún empastillado, un semidirecto que se llama. Aquí la calidad se mezcla con tanta limpieza y calidad técnica que uno no sabe si realmente hay empastillado, sí todo es directo, si es semidirecto o qué. Porque hay momentos en los que, si todas esas posibilidades sonoras se dan en vivo, la conjunción es perfecta.
UN TEATRO AL SERVICIO DE DISNEY.
Los imposibles se convierten en posibles con trabajo y en ese trabajo cuenta mucho la cesión del Lope de Vega para la explotación del Rey León. Disney haya pactado con los dueños la reforma del teatro. Una reforma, según nos anuncia el programa de mano, que se ha hecho pensando El Rey León, pero imagino que cuando esta obra ya no esté, supondrá mejoras que quedarán en el Lope de Vega para los propietarios y futuras producciones. Todo este elenco lleva años viviendo allí con el Rey León a cuestas, aprovechando las veinticuatro horas del día, si les da la gana, para ensayar, perfeccionar, y garantizar un buen resultado. Es lógico que salga bien.
La obra que, desde luego, es recomendable.
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