Democracia Real ya! se presentó como movimiento espontáneo de gente desencantada que sólo planteaba una queja. Aunque programó manifestaciones rondando las elecciones, los primeros días decían ser pueblo que protesta contra este sistema electoral. Entre otras cosas.
Sería lógico pensar, por tanto, que se opondría a cualquier partido que, por el hecho de presentarse dentro de dicho sistema corrupto, se convirtiera en “colaboracionista” del mismo. Pero se apuntó IU, que vio ocasión de ampliar su estricto espectro ideológico y rebañar las sobras del desencanto, y no les rechazaron.
Si hubieran sido coherentes con su propio manifiesto, hubieran predicado el abstencionismo. Para que la democracia irreal no viera, como siempre hace, oportunidad de usarlos a ellos. Al igual que suele usar –o crear- monigotes que deslizan intereses de urna, llámese Prestige, GAL, Faisanes, Filesas u 11-m, cuestiones que no tienen “nada que ver” con la política REAL, pero que solo importan para situarlos en el Parlamento.
Lo único que hace daño al poder es la abstención. Pero no lo decían y desde ese instante “indignaos” se afilió “de facto” a la izquierda minoritaria. Lo cual restó credibilidad a esa queja suya “contra esos pocos poderosos que decidan sobre la mayoría”.
Y se abrió el campo de la especulación: ¿Quiénes eran?, ¿a quién servían?
Además, ideologizar un movimiento no contribuye a movilizar, sino al contrario. Sólo un abstencionismo verdaderamente blanco, sin marca, verificable e inclusivista podría aniquilar la democracia irreal que sufrimos, al modo del “ensayo sobre la lucidez”, de Saramago. Si quieres hacerles daño, no votes, punto. También hay gente no de izquierdas (no necesariamente de derechas) que se apuntaría a eso.
Ideologizar te convierte en exclusivista, impopular, impositivo y desactiva el invento. Porque “indignaos” se quejaba contra “unos pocos poderosos que deciden sobre la auténtica mayoría”, ¿no? ¿Y que pintaban veinte antisistema en Sol votando por su cuenta bajadas de impuestos o expropiación de pisos sin contar con los otros cuarenta millones de españoles?
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La memoria de la gente es muy cortita, por eso publicamos hoy este artículo que salió en su día en 2011 en la Voz del Tajo. ¿Se acuerdan ustedes de Democracia Real ya! Fue un movimiento supuestamente apolítico de ciudadanos comunes que estaban indignados contra el poder corrupto.
Ya por entonces reflexioné sobre este movimiento del 15-M y la exclusión del mismo de gente que no era de izquierdas (no necesariamente de derecha) y la APROPIACIÓN INDEBIDA que hizo la izquierda de dicho movimiento indignado. Todo esto fue entes de que existiera «Podemos», partido que ha demostrado, manifestándose de izquierda radical y convirtiéndose en partido, que el espíritu del 15-M no era popular, sino de izquierdas.
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