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NUMANCIA, DE CERVANTES.
Numancia… últimamente no me prodigo mucho por esta web, por motivos de trabajo y también motivos de otro tipo. En los últimos años he publicado tres novelas, la última de ellas “Concierto para la mano izquierda” editada en abril de este año, accésit del premio Onuba 2022, labor que me ha tenido ocupado y sin tiempo para otras cuestiones. No es que esta web “blog literario lluvia en el mar” me importe menos, pero era prioritaria la publicación y promoción de dicha obra.
Tampoco he podido asistir, por el mismo motivo, a otras obras a lo largo del año, representadas en otros escenarios. Veamos a partir de ahora si cambia la cosa.
Paso, pues, a comentar esta representación en el teatro Romano de Mérida.
NUMANCIA, PRECEDENTES
Después de “Bajarse al moro” y otras temáticas ochenteras e intimistas, José Luis Alonso de Santos se embarca en una adaptación de la conocida tragedia “El cerco de Numancia”, de Cervantes. En el imaginario colectivo, a Numancia se la relaciona con las “victorias pírricas” y dudosas, de paso. Victorias donde un contendiente se enfrenta a un imperio más poderoso en inferioridad de condiciones. Un desastre interpretado como victoria por los perdedores pero que, en realidad, es descalabro. Todos entendemos que es resultado de un empecinamiento y en el “mantenella y no enmendalla” del vencido. Podría interpretarse esta actitud como noble, digna, o por el contrario obsesiva de un cazurro que se empeña hasta la muerte y más allá. Existe en español una locución: “derrota numantina» o «resistencia numantina” que hace referencia a este emplazamiento soriano.
Pero veamos cuál es el resultado de la puesta en escena y de la versión ofrecida.
Primero la versión y las técnicas narrativas empleadas.
EL TEXTO
En el mundo cinematográfico se hace mucho hincapié en los puntos de giro, en las subramas que enriquecen la historia y despiertan el interés del receptor, así como en la variedad de personajes. Estas técnicas se suelen obviar en el teatro clásico, porque se está más interesado en dibujar escenas formales, vistosas y originales, en definitiva, teatrales, que en trabajar lo que realmente supondría a atracción del espectador, es decir, dichos puntos de giro y técnicas.
PESE A ELLO
Pese a ello, incluso las obras antiguas contienen lo que más adelante, con Joseph Campbell o Christopher Vogler constituiría algunos de los trucos narrativos modernos. Entre ellos los personajes. Personajes que animan la historia y hace que nos fijemos en las motivaciones de cada uno de ellos para centrar nuestra atención, en uno u otro alternativamente, y así nos distraigamos con la variedad que ofrecen. Este choque de objetivos Incompatibles entre héroe y villano no es un asunto que importe en narrativa antigua, hasta la llegada de la edad moderna. Pero ya se pueden atisbar algunos elementos de este particular. También en “El cerco de Numancia”.
ESCIPIÓN: EL VILLANO ES EGOISTA.
En toda narración hay necesariamente un conflicto y dos fuerzas que se enfrentan, motivadas por objetivos opuestos e incompatibles. El villano, en el caso de Numancia, es Escipión y se caracteriza por su egoísmo, como todo villano. A pesar de ser una obra del siglo XVII, Cervantes ya dibuja al personaje como soberbio, narcisista, que sólo mira por si mismo. La fama y prestigio militar es su principal objetivo. Está obsesionado porque su leyenda quede sin mancha y ser alabado cuando regrese a Roma. Sueña con una entrada triunfal, mostrando a los esclavos numantinos cargados de cadenas. Porque si se presenta en Roma sin un solo esclavo, tal vez no sea tan bien recibido. En definitiva, es la utilización de la victoria para su gloria lo que busca Escipión. Ni siquiera para gloria de Roma.
Por otro lado, Escipión hace gala de crueldad y falta de compasión. Podemos identificar esta actitud hoy día pues la hemos visto numerosas veces en numerosos entornos personales o sociales. Y podemos incluso ver a Escipión en algún personaje de la historia familiar, incluso pública nacional.
EL LIDER NUMANTINO, EL HEROE GENEROSO.
El personaje interpretado por Arturo Querejeta, por otro lado, es el líder numantino que representa al pueblo de Numancia en su lucha interior por no humillarse, no caer derrotado en una guerra desequilibrada y buscar el modo de dar en las narices a los romanos. En contraste con Escipión es un héroe que mira por el bienestar de su pueblo y busca lo mejor para él. Donde Escipión se muestra duro y percibe a sus soldados como un medio para conseguir sus fines, el líder numantino es generoso y ve a su pueblo como su objetivo. Su objetivo es el otro. Se duele de su sufrimiento y busca lo mejor para los demás. Otro ejemplo de cómo Cervantes, ya en el Siglo de Oro, sin conocer las técnicas narrativas de hoy, ya es consciente de las virtudes y defectos de las figuras que maneja y, de forma intuitiva, coloca al héroe como generoso y el villano como egoísta, valores actuales y eternos en toda narración.
TEATRO ANTIGUO CON RASGOS DE MODERNIDAD.
El teatro antiguo, sin embargo, se apoya en dos pilares diferentes, sobre todo el teatro grecolatino.
No juega con psicología. Por un lado se dedica a subrayar los dramas y tragedias sangrientas y las injusticias de los Reyes. Dolor, sangre, crueldades, escabrosidades de todo tipo. En eso se recrea.
Por otro lado, presta atención a personajes cuya relación familiar compleja entretiene al vulgo.
Dos únicas inquietudes de los autores antiguos: las relaciones de primos, tíos, cuñados, en un juego de traiciones, reyes y escabrosidades de todo género, vivida por nobles y reyes, y complejos enredos familiares. Faltará mucho para que el teatro y la narrativa en general se centre en conflictos cargados de grises y no de blancos y negros que hagan reflexionar al espectador.
DOLOR GENERAL, DOLOR ESPECÍFICO.
Según esto, Cervantes, como es lógico, se centra más en el dolor del colectivo y en la tragedia dramática que en dar cuerpo y ofrecer matices de personajes concretos. Se interesa en reflejar el sufrimiento de un pueblo que, todos a una, como Fuenteovejuna, reacciona en la misma dirección, en el mismo empeño, en la misma obsesión.
Los líderes numantinos, reunidos en Asamblea, discuten sobre posibles resoluciones a tomar. Pero no se especifica un problema concreto en ninguno de los gerifaltes.
Historias con inicio, nudo y desenlace y un conflicto que nos haga dudar de qué posición tomaríamos, no hay.
EL UNIVERSAL
Aun así, se apoya en un universal, lo cual le imprime cierta modernidad a la obra: ¿qué es preferible, someterse y humillarse, pero vivir, o morir dignamente? Muchas narraciones inciden sobre este tema y en el caso de “El cerco de Numancia”, de Cervantes, se aborda como un problema del conjunto de la sociedad.
DISCLAIMER.
Estoy subrayando carencias argumentales de “El cerco de Numancia” de Cervantes vistas desde hoy día y soy consciente que estoy siendo injusto con él. Porque no tengo en cuenta la evolución de la narrativa. Él vivía en el XVII y no podía hacerse cargo. Además, los gustos y parámetros creativos eran otros.
Pero me interesa destacar estos aspectos porque esta web está destinada a mostrar técnicas narrativas modernas y a apreciarlas en obras de toda época, señalando la perspectiva distinta que tomaban. Así que espero me disculpen el atrevimiento y pongan entre paréntesis los adjetivos negativos que se me puedan escapar y con los que me pueda referir a Miguel de Cervantes, si es que se me escapa alguno. El pobre de don Miguel no tiene la culpa de que yo sea tan insolente y me perdonará el autor del Quijote por usar su “cerco de Numancia” para explicar que, a día de hoy, en el siglo XXI, un escritor debe centrarse en los conflictos entre personas y no en los cuadros generales. Y eso reza también para el teatro clásico grecolatino de todo tiempo. Pero sigamos.
Numancia
NUMANCIA: JÓVENES, NIÑOS, MUJERES Y SOLDADOS.
Se puede trasladar al espectador un dilema, en teoría, y machacar sobre lo teorizado una y otra vez. Son solo teorías, conceptos. Hay que dar cuerpo, mostrar esos conceptos. Cervantes sabe -y si no lo sabe, lo intuye- que si a ese dilema se le da cuerpo con una historia concreta, usando personajes concretos, que nos permita posicionarnos ante la situación concreta, es mucho más efectivo y llega más. Plantear el
conflicto con personajes llega más.
En este sentido, de forma magistral, los personajes cuentan su historia dramática. Cuenta que están condenadas a morir. Es la decisión tomada por la ciudad, a la que todos se someten con fanatismo.
Entre ellos están las mujeres con niños pequeños y los jóvenes que tienen toda una vida por delante. Vida que van a truncar voluntariamente, suicidándose en busca de la victoria numantina, social, acordada.
Saber que va a morir un joven, que tiene toda la vida por delante y un bebé, cuyo llanto se oye y estremece, abona lo dicho anteriormente: complacencia en el drama.
La emoción y el estremecimiento que sentimos ante la muerte de jóvenes y niños nos da una imagen más emocional que la muerte de gerifaltes y varones adultos. La muerte de jóvenes duele más.
Hay, por tanto, un conflicto “extra narrativo”, mucho más intenso. Por este orden, lo que más nos conmueve es la muerte de jóvenes. Los jóvenes son conscientes de su propia muerte, lo cual es más espeluznante. Además, cuentan con toda una vida por delante. Segarla nos produce dolor.
PASO A PASO
A continuación, nos emociona la muerte de bebés. No son conscientes del drama que se avecina, eso resta o tal vez aumenta el dolor, y presenta una imagen de ternura innegable.
Acto seguido nos duele la muerte de mujeres, a las que tradicionalmente consideramos más vulnerables.
Y al final, la muerte de varones adultos que, al fin y al cabo, están destinados a morir en guerras y conflictos. Estamos acostumbrados. Pero nos duele también, porque son miembros del ejército y están en el lado bueno de la historia, el lado de los débiles y las víctimas abusadas por el imperialismo.
Todos ellos exponen su situación. Pero no deja de ser un conflicto “extra narrativo”. Es decir, el conflicto no se halla en lo que cuenta el argumento de Numancia para cada uno de los personajes singularidad, con nombre y apellidos, sin al concepto general de “jóvenes”, “bebés”, “mujeres” y “ancianos pacíficos”. Emociona por los universales teóricos que subyacen, por su retrato, su estética y su ética, pero no por su desarrollo. El conflicto se presenta estático desde el punto de vista narrativo.
Pero veremos un ejemplo de cómo Cervantes introduce una pequeña subtrama que da cuerpo y desarrollo singularizado y puede mostrar mejor el problema, con la tragedia personal de dos personajes en una historia con inicio, nudo y desenlace, aunque sea muy elemental.
PLANTEAR UN CONFLICTO EN UNA HISTORIA QUE DÉ VISUALIDAD A LO QUE SE PRETENDE.
Plantear un conflicto personal concreto, conocido por el público, particular, que de cuerpo un problema general centra el asunto teórico en algo concreto y específico. Ya no son “las mujeres” o “los jóvenes”. Los jóvenes pueden lamentarse una y otra vez de que se les truncará la vida con su suicidio programado, pactado socialmente y obligado, en una muerte voluntaria colectiva, aunque inevitable, que nos dolerá como espectadores. Pero no deja de ser un mensaje cerrado y sin una historia visible que lo sostenga.
En escena plantea el mismo problema de otro modo: la muerte a manos de Roma, pero ahora usando la historia de Lira y Marandro.
Lira sufre por hambre y ve cercana su muerte. Lira está enamorada de Marandro, quien decide, en un acto de generosidad, cruzar las líneas enemigas, romperla, con peligro de su propia vida para traer un poco de pan a su amada que le alivie el hambre, al menos durante un tiempo.
EL HÉROE ES GENEROSO.
Marandro es un héroe que se caracteriza por su generosidad y desprendimiento hacia Lira acudiendo a la lucha solo. Se sacrifica por Lira. Entrega su vida por ella. En este caso, su desprendimiento define su función de héroe, una función social.
Lira y Manandro comentan la dramática solución en que se hallan, situación que coincide con su pueblo. Hablan de la muerte como salida y victoria numantina del conflicto. Pero se incluye aquí un conflicto privado sobre el conflicto genérico, y es la historia de ellos dos, la suya personal de Lira y Manandro, la que proyecta el problema, la tesis de fondo, y así el mensaje de fondo se acerca a nosotros.
No se refieren solo a la decisión colectiva de morir y al dolor de perder “a los jóvenes”, en abstracto. Hay una amada, hay una decisión, se pone en marcha una acción de dos: salir del recinto donde se encuentran encerrados, atravesar las líneas enemigas para buscar pan, una aventura personal de Manandro.
UN SEGUNDO HÉROE. Numancia
Además, hay un amigo que le acompaña, Leandro, y se elogian las virtudes de la amistad. Leandro se muestra generoso, como un segundo héroe acompañando al héroe principal, haciendo gala de su lealtad. Dos héroes en acción y una aventura que se inicia y que podemos “ver”, que se ofrece a los ojos del espectador.
LAS HISTORIAS CONCRETAS DAN CUERPO A LA IDEA.
El espectador se anima porque hay una historia concreta que podemos palpar con nuestros dedos y nuestros ojos. Está ahí, es la aventura de saltar el foso, penetrar las líneas enemigas, enfrentarse a 80.000 soldados cuando ellos son solo dos y volver. Habrá un desarrollo de la historia y un final. Un objetivo a conseguir: un pedazo de pan. Una decisión. Lira también se hará cargo de la heroicidad de Manandro. Se mostrará a su vez generosa. Unos hechos que podemos palpar y disfrutar paso a paso, una historia sencilla que refresca el drama genérico con una aventura concreta. Es una historia con su inicio, desarrollo y su conclusión, al fin y al cabo.
PARA TODO LO DEMÁS, QUE ARDA TROYA.umancia
Pero todo lo demás es drama. Es el planteamiento de un conjunto de personas contra otro conjunto de personas, Numancia y el ejercito de Escipión, en lucha impersonal y genérica. El adaptador tiene que reducirse a mostrar ese drama sangriento en escenas formales que atraigan al espectador.
EL TEXTO DESDE EL PUNTO DE VISTA FORMAL.
Numancia
Desde el punto de vista formal, el texto destila los habituales tópicos del siglo de oro. Según dijo el propio Cervantes de sí mismo, el verso “no era un don que le había querido dar el cielo”. A pesar de ello “El cerco de Numancia” está escrito así.
Se ha hablado igualmente de las carencias de “El cerco de Numancia”, con debilidades tales como ripios fáciles y rimas con palabras que se repiten, sin hacer gala del ingenio necesario. Los estudios llevados a cabo a partir del cuarto centenario de El Quijote matizaron dichas carencias. Al parecer, no son tan graves como el propio Cervantes lamentó. Imagino que José Luis Alonso de Santos las habrá pulido, si las hubiese. De cualquier forma, no se aprecia en la representación, vista en conjunto.
Pero para quienes disfrutamos de El teatro del Siglo de Oro y quienes gozamos con el teatro en verso, y más aún yo, que hace tiempo que no veo una obra de aquellos siglos, disfrutamos sobremanera de encontrarnos con discursos rimados. Es un aliciente añadido.
Numancia

EL FENÓMENO DEL VERSO
El teatro en verso es un modo de ser conscientes de la existencia de la cuarta pared, y disfrutar del telón imaginario que se coloca al usarlo, separando a los actores del público.
Numancia
PUESTA EN ESCENA.
Escenas espectaculares, con luces rojas y humo simulando el fuego, y todos los actores dirigiéndose al incendio, donde se sacrificarán de forma colectiva en una pira funeraria. Escenas detenidas en foto que recuerdan al cuadro de Goya del 2 de mayo, o un muchacho en un discurso final, en lo alto de la espectacular fachada de la scaenae frons. Todo ello nos habla de la importancia de la puesta en escena en las propuestas teatrales antiguas, sobre todo si están destinadas a representarse en un marco espectacular como el teatro Romano de Mérida.
Lo que está claro es que… me reitero en lo dicho, la carencia habitual de ser una historia a la antigua… aparte de ser una historia conocida, de no tener mucho desarrollo en sí, magnificar si acaso el drama con quejidos amargos, llantos, crujir de dientes y expresiones desesperadas por parte de los personajes y una puesta en escena que pretende hacer estética del dolor. Escaleras, alturas, juegos de alturas habituales en el teatro clásico de Mérida, porque lo permite el espacio y lo pide por su magnitud.
ARTURO QUEREJETA
Numancia
El pasado verano 2024 tuve la ocasión de hacer una crítica en esta misma web a la obra representada en el María Luisa, “Monstruos, el prodigio de los dioses”, donde actuaba Arturo Querejeta, el líder de los numantinos en esta representación. La crítica tuvo mucha repercusión y fue muy elogiada por el grupo que la representaba por aquel entonces. Meses después, tuve la fortuna de encontrarme a miembros de la compañía “Prodigio Teatro”, hacia octubre o noviembre, con motivo de un premio que le daban a mi grupo teatral, el Candil de Talavera de la Reina, y también al suyo, en el teatro Rojas de Toledo. Grupo a los que salude, que recordaban el artículo. Un artículo que también podrán encontrar en este web.
Creo recordar, en el asiento justo delante de mí, se hallaba la autora de la adaptación. También salió un vídeo de Arturo agradeciendo el premio. Creo que por entonces representaba el alcalde de Zalamea en Madrid. En definitiva, Arturo es un actor con el que la suerte me ha querido encontrar en los últimos meses, incluida la noche del pasado 4 de julio.
UN DETALLE.
Y ahora voy con un detalle que no quiero obviar. Cervantes se refiere continuamente a aquella población de Numancia como “España”. El Duero y España hablan en alegoría. La palabra España aparece una y otra vez en el texto. Aparece como personaje. Se alaba a España como pueblo victimizado y agredido por fuerzas más poderosas. España. España y una y otra vez. Numancia
Y en la representación, a escasos 20 m de donde yo me sentaba, se hallaba el ministro de cultura Ernest Urtasun Domènech, de Sumar. Yo… ahí lo dejo.
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