He visto “La chica de nieve” en Netflix, película basada en la novela de Javier Castillo. Una novela sobre el secuestro de una niña y las pesquisas que realiza una joven periodista para encontrarla. Serie entretenida que les recomiendo. Vale la pena. Y vale la pena por ciertos motivos que paso a comentar.
ATENCIÓN, SPOILER.
Haré SPOILER, es decir, contaré el argumento de la película, así que este artículo no es para quien aún no la haya visto. Repito una vez más y no me cansaré de repetirlo, porque es necesario hacer esta advertencia al principio del post, que hago spoiler. Siempre. Es decir, destripo el argumento cuándo es necesario para analizar los trucos que se emplean en la película y determinar la efectividad narrativa de la historia.
No lo hago por capricho. Tampoco para perjudicar a la película. Este es un artículo para leer después de verla.
Doy razones, argumentos, y estas explicaciones se entienden si se cuenta lo que ocurre y cuando ocurre y por qué. Si no, las referencias serían algo ilegible, puesto que no se sabría a qué me estoy refiriendo.
Comenzamos.
LOS NIÑOS, ¡QUÉ JUEGO DAN!
En “La chica de nieve”, una niña perdida es secuestrada. ¡Ay qué ver, los niños, que juego dan! Hoy en día, cualquier novela que pretenda alcanzar éxito en el mercado, debe hacer alusión a niños en peligro. El Paciente, de Juan Gómez Jurado. Legado en los huesos, de Dolores Redondo, donde secuestran al bebé de la policía que investiga. La Bestia, de Carmen Mola. El caso Hartung y alguna que otra novela famosa que, si desvelara que tiene “secuestro de niña”, haría esta vez un spoiler innecesario, y tampoco es cuestión.
Todas incluyen un niño o bebé en peligro.
Curiosamente, siempre es una niña, si tiene cinco o nueve años. Si es un bebé, puede ser varón…. Aunque en el caso de la trilogía del Baztán se le confunda con una niña.
SUBLITERATURA
Reproduzcamos la primera entrada que nos aparece en Google cuando tecleamos la palabra “subliteratura”
“La subliteratura o paraliteratura es toda literatura degradada y degradante, destinada al consumo de masas, prefabricada con un objetivo básicamente comercial y destinada a satisfacer las aspiraciones insatisfechas del gran público y a manipular los sentimientos humanos.”
¿SUBLITERATURA?
Según esta vieja norma, existe una alta literatura, que pretende el ser de mayor calidad, frente a la baja literatura, que se aprovecha de los bajos instintos humanos, como ya dije en un artículo anterior dedicado a las diferencias entre novela antigua y moderna, y el lugar común donde coinciden todas estas tramas. Hoy, atentos mucho más al mercado que a crear alta literatura, se usa con profusión, entre otras, tanto el secuestro o el peligro que corren los niños, como las consecuencias en su familia.
La policía, en la trilogía del Baztán, se ve envuelta en una trama misteriosa donde intervienen cuñados, hermanas, madre loca, etc.
También en la serie de Eva Saenz de Urturi son gemelos los que aparecen en conflicto y una historia de infidelidad de por medio… y su historia tras el parto.
En la Bestia, de Carmen Mola, tres cuartos de lo mismo: dos niñas huérfanas y sus protectores que, aunque no son familiares, actúan como tales.
En el Paciente, es un padre quien sufre y una tía policía quien se pone en peligro en su condición de familiar de la víctima para salvar “a la especie”.
Es decir, que “niña en peligro” viene en un paquete, englobada en un entramado familiar como núcleo de la supervivencia del humano. Incluso Indira tiene una hija con un compañero policía en un tira y afloja que incluye a un tercero y que… Y así podríamos seguir desgranando este género de “niña y familiares en conflicto” que constituyen un lugar común de la novela moderna.
SE PASAN TRES PUEBLOS. EL PLACER DE SUFRIR CON ALGO QUE TE DUELE EN «LA CHICA DE NIEVE».
Pero en “La chica de nieve”, Javier Castillo se pasa tres pueblos. Una sufrida madre pierde a su hija en la cabalgata de Reyes y se inicia la búsqueda, subrayando hasta lo indecible el sufrimiento de la madre. “Ay que ver, ay que ver”, exclama escandalizada la señora que ve la tele y que, sin embargo, no puede quitar la vista de la pantalla. Y cuando concluye la serie de seis capítulos, aplaude con las orejas porque ha sufrido mucho.
El placer de sufrir con algo que te duele porque está en tus instintos como mujer y madre, eso pretendía la Bestia de Carmen Mola. Eso el caso Hartung, del que hablamos en otro post. Así todas las novelas de niñas perdidas y secuestradas, temática común. Eso también pretende, utilizando el truco fácil, “La chica de nieve”. Conmovernos apelando a nuestros impulsos primarios más elementales de supervivencia de la especie.
EL ESPECTADOR.
Y el espectador cansado, sin tiempo para “cosas más intelectuales”, que llega por la noche a su casa y pretende entretenerse con una cosita fácil que no le haga pensar, encuentra en este tipo de narraciones un entretenimiento sencillo con el que acabar el día e irse tranquilo a la cama. Y eso justamente es lo que pretende satisfacer “La chica de nieve”.
SECUESTROS A TUTIPLÉN
Todas estas narraciones, (“La chica de nieve”, el caso Hartung, Legado en los huesos de Dolores redondo, el Paciente de JGJ, la Bestia Carmen Mola) tienen como hilo conductor el secuestro de una niña y el esfuerzo de sus familiares por recuperarla. Ya sean padres, hermanas o allegados, todos sufren por este traumático y salvaje crimen.
ES NIÑA, NO NIÑO.
Es curioso advertir que son niñas y no niños,
¿A QUÉ ES DEBIDO?
Pese a que, hoy día, en la política moderna se pretende empoderar a la mujer como sexo fuerte, equiparable a los hombres, el mercado se adapta a la realidad, a lo que siente el probable consumidor. El mercado sabe que el lector considera más traumático secuestrar a un ser indefenso que a otro que no lo sea. Y a la hora de elegir niño o niña, prefiere niña. Es más doloroso.
En nuestro más profundo y primitivo sentir, una niña no solo representa algo mucho más indefenso que un niño, por mucho que se quiera decir lo contrario. Además, una niña representa la pervivencia de la especie, puesto que el varón, con ser necesario, no es fundamental. Sin embargo, la hembra es el recipiente que contiene a los nuevos miembros de la progenie.
Pero más allá de especular sobre unas motivaciones ocultas y ancestrales que llevan al narrador a elegir “niña” en vez de “niño” como víctima y remover las tripas del lector -o lectora-, lo cierto es que hay una coincidencia de todas estas novelas en este sentido. No debe ser casual. ¿Por qué siempre es una niña la victima? ¿Por aquello del maltrato o porque es más débil y apela mejor a nuestro dolor?
Y deberíamos decir “lectoras”. Probablemente las señoras sufran más la pérdida de una hija que el hombre, con lo que la novela, inconscientemente, sabe que hay un nicho femenino y se dirigirá a ellas a la hora de laborar la trama.
LA MADRE SUFRIENTE EN «LA CHICA DE NIEVE».
“La chica de nieve”, de Javier Castillo, también muestra a una madre sufriente y que aparece en los telediarios reclamando la liberación de su pequeña. De los dos que aparecen en la película, el padre y la madre, es la madre quien protagoniza los encuentros con la prensa, quien sufre por su pérdida, quedando el padre en segundo plano. Sufre más, empatizando así mejor con la espectadora femenina, que es a quien se dirige. Algo real, verosímil. Lo cual refuerza y confirma lo dicho anteriormente sobre los instintos ancestrales, hoy por hoy inevitables, con que juega la novela. Y dudo mucho que, desde la ideología, se consiga doblar el brazo a la biología en este sentido.
La historia de la humanidad confirma que tales experimentos, los que pretenden doblar el brazo a la naturaleza, han fracasado una y otra vez, dando lugar a aberraciones y a dictaduras de distinto color.
DUELO ENTRE MADRES.
Para abundar más en esta idea, que no ideología, tenemos a la villana, la antagonista, que no es otra que una madre (de nuevo mujer) estéril, deseosa de concebir. Su locura le lleva a ser la culpable del secuestro.
De igual modo, tiene un marido que le ayuda en la empresa. Le ayuda, pero no protagoniza el dolor, igual que el padre—víctima.
Él es un simple calzonazos que está en desacuerdo con su esposa y, aun así, le ayuda en su locura. Un secuestro del que no está muy convencido, entre otras cosas porque no se ve impulsado por ese instinto maternal de las hembras de la especie.
EL AYUDANTE DEL VILLANO.
Siguiendo con el análisis, no solo de técnicas narrativas en “La chica de nieve” sino de los aspectos antropológicos de los que se aprovecha para lograr una trama eficaz, el padre de la secuestradora se muestra como AYUDANTE necesario. Un hombre voluntarioso. Decora el zulo donde va a ser encerrada la niña, se ocupa de las grabaciones. Trabajos mecánicos masculinos.
Los papeles, como vemos, están repartidos de forma tradicional y lo asumimos sin darnos cuenta de ello, como algo normalizado.
Además, previene un seguro de accidentes para cubrir las necesidades de la familia, pese a que corre el peligro de ser desahuciados. Lo hace con los pocos ahorros que pueda tener, aunque ello no se aclara muy bien, al menos en la película. Lo cual incide en el concepto tradicional del papel del hombre como protector del núcleo familiar y «solucionador del papeleo» dentro de la familia, cuestión antropológica que, sin ser consciente tanto el autor, como el espectador, así como “los resultados”, también aparece en la película.
LA BIOLOGÍA ES UN CLICHÉ NARRATIVO. SIN LA BIOLOGÍA, EL CLICHÉ NO FUNCIONA.
No es gratuito todo esto. El autor se vale de clichés que, sin embargo, se hallan en los estudios antropológicos para elaborar una trama que tiene los mimbres bien amarrados, para que la narración sea efectiva. El lector se verá atrapado por sentimientos ancestrales que ya existen en las bases primitivas de la literatura antigua: miedo a la pérdida o dolor por la muerte de los hijos, Medeas aparte; el papel del hombre como protector de la familia y a disposición de los deseos de la mujer… cuestiones que se registran tanto en relatos medievales, incluso antes de que existiera el género subliterario, como en “Siervo libre de amor” o en “Cantigas de amor o de amigo”.
Es la mujer y no el hombre quien sufre a los hijos. O, mejor dicho, hijas, como portadora de la continuidad de la especie. Es el hombre el que colabora en la ocultación de un delito y complace a la mujer. Tiene como base el papel del hombre en la manada humana. Y, en el caso de una niña secuestrada, es la lectora quien más ha de sufrir con la trama.
¿Y por qué los PROTAGONISTAS no son los hombres y los AYUDANTES las mujeres? Porque si no, el ARQUETIPO narrativo no funcionaría.
BIOLOGÍA EN LAS TECNICAS DE BLAKE SNYDER
El narrador debe tener en cuenta todos estos sentimientos básicos que están en el inconsciente colectivo del ser humano como especie a la hora elaborar tramas de interés. Esto ya lo dice Blake Snyder en el su libro ¡Salva el gato! cuando se refiere a aprovecharse de sentimientos primarios, primitivos y fundamentales, para elaborar una trama interesante. Es básico. La supervivencia y la familia constituyen dos pilares fundamentales para la historia comercial.
FUNCIONES DE LOS PERSONAJES EN«LA CHICA DE NIEVE».
Así tenemos los siguientes personajes con sus correspondientes funciones.
Antagonista… La madre “secuestradora”.
Ayudante del antagonista… El marido de la secuestradora.
El objeto a conseguir.… La niña secuestrada, “La chica de nieve”, que debe ser liberada.
La víctima… la propia “chica de nieve” y su madre sufriente. En un segundo término, el padre.
EN LA SUBTRAMA DE “LA CHICA DE NIEVE”.
El segundo villano… El jefe de los pedófilos.
EN AMBAS TRAMAS.
El ayudante de la heroína… El profesor universitario, interpretado por José Coronado
La heroína… La joven periodista que investiga ambos casos, trama y subtrama, Miren Rojo.
PERSONAJES CON DOBLE CARACTERÍSTICA:
Consciente de que, para hacer un personaje realmente interesante, suele ser eficaz darle más una característica que evite su condición de “personaje plano” e interese a lector, el narrador lo aplica a sus dos personajes principales: la heroína y la antagonista. Vamos con ellas.
EL YIN Y EL YAN LA HEROÍNA EN “LA CHICA DE NIEVE”.
EL YAN. (LADO LUMINOSO)
Miren Rojo es la periodista que no ceja en su investigación para encontrar a la que ya se denomina “La chica de nieve”, por aparecer en los vídeos de VHS que envían los secuestradores, con la “nieve” que caracteriza estas viejas cintas.
Se muestra como una periodista de raza, con instinto y tesón natural, tal como manifiesta José Coronado, su ayudante en la investigación.
EMPODERAMIENTO FEMENINO
También hay un sentir moderno, de empoderamiento de la mujer, al construir al héroe como personaje femenino y otorgar a Miren Rojo todo el potencial clásico de los héroes. Además, una justiciera que ha sido violada y pretende vengarse de sus violadores, tomando ilegalmente unas fotos que la convertirían en delincuente y que su ayudante, José Coronado, le ayuda a ocultar.
EL YIN. (LADO OSCURO)
Pero además es una mujer violada que lleva a cabo una doble investigación. Su objetivo será superar el dolor que le causó su propia violación, lo cual se verá en su arco como personaje.
Llevará por ello a cabo una doble investigación. La investigación que interesa al periódico, la de “La chica de nieve” secuestrada, y una investigación personal para encontrar a los responsables de su violación.
Yan. Por un lado, se muestra valiente y profesional, instintiva y muy inteligente, tal y como es la característica habitual de los investigadores héroes (heroínas) en las películas policiacas.
Yin. Por otro lado, sufre tal como lo hacen, del mismo modo, los policías clásicos de las novelas negras. Tiene pesadillas y sabemos que este sufrimiento espolea a su inteligencia para resolver ambos casos.
En principio porque, en un primer momento, cree que ambos casos están relacionados, el secuestro de “La chica de nieve” y la red de pedofilia. E intuimos que por eso no deja la investigación.
¿MACHISMO O FEMINISMO EN LA CHICA DE NIEVE?
En la superficie, vemos feminismo: la novela (y la serie) viene cargada de mensajes contra la violación y la fuerza femenina. Por debajo fluye toda una concepción clásica de los roles masculino y femeninos.
Emmmm… por cierto, por curiosidad, ya que nos gustan tanto las filosofías orientales. ¿Han visto la definición de Yin y Yan? ¿Qué es Yan, aparte del lado positivo, y el Yin, como parte negativo de un todo? Pues, según parece, Yan es el lado positivo, activo y masculino y el Yin el lado negativo, pasivo y femenino. Yo… ahí lo dejo.
EL YIN Y EL YAN EN LA ANTAGONISTA: LA MADRE SECUESTRADORA EN “LA CHICA DE NIEVE”.
De igual modo, la madre secuestradora en “La chica de nieve” se muestra obsesionada con tener descendencia. La vemos sufrir. Sufrir desesperadamente, hasta el punto de arriesgarse a secuestrar a una niña perdida en una cabalgata de Reyes. Ha sido una reacción instintiva, pero la vemos evolucionar dentro de ese sufrimiento de perturbada.
Sufre, porque la niña no la reconoce como madre. Recupera la confianza cuando ve como pasa el tiempo y la niña va aceptándola. Sufre aferrándose a su obsesión, reforzando traumáticamente su opción. Intenta desesperadamente acercarse a la niña. Duda entre el mal cometido y negado obsesivamente por ella misma, excusado y justificado una y otra vez.
En definitiva, hay un tira y afloja en su perfil. Blancos y negros en lucha.
Lo vemos más claro cuando está a punto de ser atrapada. La vemos como una obsesa que rabia y sufre porque ve como la periodista va cerrando el círculo en torno a la chica de nieve. La vemos rabiar en la furgoneta en la que huyen y sufrir cuando se suicidan, intentando arrastrar con ella a la niña, quitándose para ello el cinturón y saliéndose de la carretera.
¿COPIADO DE LAS OTRAS NIÑAS? (SPOILER DE LAS OTRAS NIÑAS DE SANTIAGO DIAZ)
Paradójicamente no quita el cinturón a la niña, herida tal vez por esta dicotomía en su pensamiento: amor a la niña y desesperación porque ve fracasada su maternidad y va a ser descubierta.
La muerte por suicidio quitándose el cinturón de seguridad antes de provocar un accidente es casi idéntico al modo en que Lucía Navarro mata a su compañero policía en la novela “Las otras niñas”, de la que hablaremos. Puede que sea una casualidad simplemente, pero hago constar la coincidencia.
LOS DOS PERSONAJES SUFREN EN LA CHICA DE NIEVE.
Vemos como los dos personajes principales y femeninos sufren y su sufrimiento, nos entretiene y anima la trama, la da volumen. Una vez más, apoyándose en sentimientos antropológicos ancestrales a los que nos hemos referido y que no es conveniente dejar de lado.
LA TRAMA AMOROSA.
EL AYUDANTE DE LA HEROÍNA EN «LA CHICA DE NIEVE». JOSÉ CORONADO.
Gracias a él, los investigadores no encuentran la tarjeta Sim en la cámara de Miren. Esto revela que José Coronado y Miren Rojo están en la misma sintonía moral y dispuestos ambos a cometer una ilegalidad en pro de aplicar justicia.
Su ayuda será recompensada con el amor, del que no puede prescindirse en toda novela moderna que se precie. Amor entre la heroína y su ayudante, que vemos desarrollarse como trama transversal muy de fondo.
Javier Castillo y los guionistas de la película no descuidan esta característica, fundamental de la novela actual. Y lleva a cabo está trama aprovechando para hacer hincapié en la dicotomía que hemos visto en la heroína como ser débil y fuerte a un tiempo. Expresa su fuerza de ánimo porque la vemos, a lo largo de la serie, sobreponerse a sí misma y a sus miedos, producto de la violación sufrida, para poder aceptar a Coronado como pareja. Lo consuma al solventar su problema personal y superar su trauma psicológico.
CONCLUSIÓN.
En conclusión, una serie comercial muy eficaz, convertida en película de Netflix que cuenta con todas las características clásicas que los escritores han estudiado en talleres literarios de diverso tipo. Si eres escritor, ya sabes. Aprende de qué manera se lleva a efecto en esta película
De igual modo, el lector tiene la oportunidad de ser consciente de estas funciones de los personajes y estructura de la trama aquí analizada, un ejemplo más de cómo se realiza la estructura de una película o novela y en qué hay que fijarse una narración de este tipo.
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