¡Por supuesto! Usted es independiente y tiene muy claro qué es la independencia. Buey suelto bien se lame, me compro lo que quiero, voy donde se me antoja, todo eso. Pero, ¿sabe verdaderamente qué es ser independiente? Ser independiente de lo de afuera es fácil: rechazar a quien te impide hacer cosas, familiares que vampirizan… uno se siente héroe y moralmente grande cuando rechaza esas naves del imperio.

Los independientes tienen muchísimas narices. Su fuerza proviene de compararse, de inventarse otros peores.

Cuanto más dependiente es el otro, más independiente King size se creen. Y si no encuentran dependientes, los inventan, los exageran.

Para ellos, lo cortés impide lo valiente. Intentan demostrar con gestos enérgicos, dinámicos, que son la caraba y te acojonan con su personalidad arrasadora. Se presentan como maestros yedai de fuerza, desparpajo, de echarle huevos a la vida.
Pero la verdadera independencia, como las procesiones, va por dentro. Que no le engañen. Por mucho postureo que exhiban, muchos son débiles, necesitan ser correspondidos. Bien tapa quien mucho presume. Es frecuente que reclamen deudas de amor y mezclan, en el paquete de la energía avasallante, el desprecio a quien pasa de ellos. Se duelen si son rechazados o ignorados.

Se ven como Luke Skywalkers de la resistencia pero luego reprochan independencias ajenas. Y es que ser independiente no depende de lo que tienes, sino de lo que NO tienes: tus miedos, pequeño yedai ¿Conoces sus miedos? El más frecuente es a la soledad, que te lleva a necesitar a los otros.
Quien se pasa la vida recordando favores traicionados de ayer, no es independiente, aunque airee sus plumas de indiferencia, optimismo, desprecio y fuerza ante los disparos laser de Dark Vader.

La mayor independencia es resistir la soledad. Los dependientes convierten su «independencia» en pecado ajeno.
Si usted no da la lata a nadie, no reclama deudas, no presume de independiente, no acusa a otros de no serlo, puede que sea independiente. Si no, probablemente sea un simple vampiro.

(También publicado en prensa de papel La Voz del Tajo de Talavera de la Reina, el 17 de marzo de 2017)

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