Sí, amigos a hostias, sí. A ver. Una cosa que yo no entiendo, a ver si ustedes me lo explican. Hay gente que quiere hacerse amigo tuyo a hostias. Los conocerán, son bromistas, pero no solo bromistas. Dedican su existencia a meterse contigo con ocurrencias tales como inventarse un mote hiriente y, una vez te hiere, lo repiten una vez y otra. Te pinchan en aquello que no te gusta. Si conocen algún secreto tuyo, sueltan un comentario en público, amenazando con revelarlo y luego se ríen, los muy capullos. Si dices «Paco», ellos dicen «Juan», y se ríen. Cuando argumentas, te ponen pegas. Cuando hablas en serio, ellos se burlan. Acaban siendo cargantes. Llega un momento en que, con sólo aparecer ante tu vista, se te revuelve el estómago. Y logran ser odiosos ellos solitos, a pulso, gratuitamente, por jugar.
¿Qué sacan de eso?
Son idiotas que se creen que esta vida consiste en ser un eterno cachorro que prueba sus garras, porque lo más divertido es darse por saco a diario, a ver a quién se le hinchan antes las narices y luego reírse, como si no te dolieran las tortas.
Y al final, cuando los dos habéis acabado sudorosos y amargados, te pasa una mano por la espalda y coleguea como si fueses un íntimo. ¿Ustedes lo entienden? Yo no. ¿Qué se han pensado? Hasta cuando le rechazas, creen que el juego sigue, nunca se enteran de que los rechazas, al contrario, cuanto más les puteas, —en respuesta a sus putadas—, más amigos se creen tuyo. Son idiotas.
— Jo, tío, es que no sabes aguantar bromas.
— Sí, gilipollas, las sé aguantar. De hecho, si un día te veo ahogándote en un río no te preocupes, seré tan amigo que esperaré a que te ahogues mientras me descojono, antes que echarte un cabo. Ya verás lo divertida que es la amistad de un capullo.
También Publicado en prensa de papel (La Voz del Tajo— Talavera de la Reina) el 3 de febrero de 2017)
ANÁLISIS DE OTROS ARTÍCULOS SIMILARES, PINCHANDO EN LAS FOTOS.
Muy interesante como siempre. Es díficil no sentirse identificado con esa persona que no quiere ser amigo de otro que «parece» que quiere serlo.
Otra cosa sería ver si alguna vez hemos sido nosotros los que queremos ser amigos de otros aunque sea a hostias porque eso es más dificil de reconocer, hay que hacer memoria !!!! y si no se acuerdan : recuerden que tener la conciencia tranquila es síntoma de mala memoria….
Un saludo
Mmm… es dificil reconocernos a nosotros mismos en lo que uno mismo critica, ese es asunto de otro post y otra reflexión probablemente. El mecanismo de acción/reacción es importante en esto. No considero que sea pecar si lo hacemos como reacción a una hostia previa recibida. La reacción en los mismos términos no puede considerarse como actitud de querer ser amigo a hostias. El que quiere ser amigo jugando a burlarse es una actitud previa a la amistad, de alguien que cree en las bromas como juego social. Hay quien tiene ese chip en la cabeza como modelo, generalmente los que se toman la vida a chunga y sólo quieren pasárselo bien, escondiendo tal vez tras la continua broma algo que no quieren mostrar a los demás, por miedo. Lo único es que hay algunos que se pasan con estas bromitas y llegan a ofender, a cansar, a hartar y a ser rechazados. Tal vez eso quieran, que les rechacen, para sentirse superiores. No sé.